El regreso de Susana Giménez contó con dos de los galanes de una novela más que triunfa en el país (y van...). Ambos Moisés y los Diez Mandamientos.
El brasileño Guilherme Winter, quien encarna al personaje bíblico Moisés en la novela, llegó al país a la 1.30 del domingo, acompañado por su novia Giselle Itié (también personaje de la tira, hace el papel de Zípora). Por separado llegó su contrafigura, el también brasileño Sérgio Marone, que se pone en la piel de Ramsés.
Fue una entrevista en "portuñol" que comenzó con un clásico furcio de la diva. "¿Vos estás de novio con una española, no?", le preguntó Susana a Guilherme. "No, con una mexicana", aclaró él, entre risas.
Sérgio, por su parte, también aportó picardía: anunció que estaba soltero y que le gustaría conocer a alguna argentina.
Fue "Ramsés" el que le partió la boca a Su: le dio un piquito.
La charla, muy cálida, siguió los carriles habituales de las notas del programa. Hablaron de la novela, de la preparación de los personajes, de sus estados sentimentales. "¿La película cuándo sale?", consultó Susana. "Ya salió", contestó Marone, e hizo sonrojar a la conductora.
Luego hubo dos sorpresas. Una de Guilherme, quien tomó una guitarra y comenzó a cantar una canción que impactó a la diva: "Susana, Susana, soy loco por Susana, soy loco por Susana", fraseó, con un ritmo muy pegadizo y divertido. Y otra de "Ramsés", quien le estampó un beso en pleno programa.
Lo más destacado fue cuando la diva les preguntó si espadeaban en la novela, y ellos se quedaron helados. También cuando les quiso contar que ella tenía un hermano brasileño y dudó: "¿O los dos?". Y, como si eso fuera poco, ella cerró con una conclusión polémica que su público fiel perdonó: "¿Los hebreos sí tenían pelo y vivían en Egipto? Entonces estaban llenos de piojos".