China Daily publicó un informe bilingüe el 21 de abril que detalla las medidas de China para combatir el brote de COVID-19 a fin de brindar a los funcionarios y trabajadores de la salud de todo el mundo una referencia y mirada en el esfuerzo titánico del país para superar la epidemia.
El informe titulado “La lucha de China contra el COVID-19” presenta seis capítulos con temas que tratan desde la movilización social hasta los planes de tratamiento.


Fue compilado en colaboración con el Instituto de Estudios Contemporáneos de China de la Universidad de Tsinghua y la Facultad de Política y Gestión de la Salud del Colegio Médico de la Unión de Beijing.
Los expertos señalaron que el informe puede ayudar a los lectores a entender la lógica detrás de muchas de las decisiones, prácticas y esfuerzos de China. Esto, a su vez, ayudará a reducir la especulación sobre las acciones de China, incluida la cuarentena en toda la ciudad de Wuhan y la revisión del recuento de muertes.


Al comienzo del brote, los medios y funcionarios extranjeros criticaron el bloqueo a la ciudad de Wuhan por ser draconiana y excesiva. El mes pasado, después de que China modificó el número de fallecidos en la ciudad a 3.869 para tener en cuenta las discrepancias anteriores, algunos medios y políticos extranjeros afirmaron que la medida era prueba de que China había minimizado deliberadamente su recuento de muertes.


Zhou Weisheng, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Ritsumeikan en Japón, señaló que, si China no hubiera impuesto el cierre en Wuhan y algunas otras ciudades, la cantidad de infecciones podría haber sido 10 veces mayor. “Teniendo en cuenta la falta de métodos de tratamiento efectivos para el COVID-19, cortar la fuente de infección al bloquear Wuhan y algunas otras ciudades
lo antes posible fue la medida correcta”.


Mao Yonghui, un médico especialista en riñones del Hospital de Beijing que trató pacientes en estado grave en Wuhan, afirmó que los políticos extranjeros tenían que entender los esfuerzos monumentales que China había hecho para contener el virus. Mao señaló que cuando su equipo médico llegó a Wuhan el 7 de febrero, el sistema médico de la ciudad estaba colapsado. “Los hospitales estaban repletos.

El personal estaba sobrecargado y no había suficientes kits de prueba. Dado lo impredecible y feroz que es el nuevo coronavirus, llevar registro de los datos, especialmente durante los primeros días del brote, es una tarea abrumadora para cualquier país, y los errores al reportar son inevitables”.
Luego de que 42.000 trabajadores y suministros médicos llegaran a la ciudad, “los registros se volvieron meticulosos y exhaustivos, porque teníamos la mano de obra y los recursos”, señaló Mao.

“Que China esté actualizando sus cifras para ofrecer una imagen más precisa es un acto de honestidad y responsabilidad que debería ser reconocido e imitado”.


Chen Jianguo, presidente del Colegio de Médicos de Tongji en Wuhan, señaló que los elementos clave del éxito de China fueron la cuarentena estricta, la construcción de los hospitales provisionales y el apoyo logístico inquebrantable del Gobierno. “La realidad ha demostrado que los métodos y sistemas de China funcionan”.


Mao se hizo eco de la evaluación de Chen, y agregó que la tasa baja de mortalidad de China también fue el resultado del abundante personal de sanidad y médicos expertos en diferentes campos de la medicina trabajando al unísono. Todos estos factores combinados redujeron la tasa de mortalidad de pacientes gravemente enfermos en sus salas a aproximadamente un 3 %, señaló.

Temas relacionados: