Las mariposas bordadas hechas por Liang Zhongmei son tan realistas que uno pensaría que podrían batir sus alas coloridas y delicadas y volar libremente de su fondo de tela blanca. La bordadora de 55 años del condado de Zhenfeng, provincia de Guizhou, comentó que una puntada novedosa utilizada por el grupo étnico bouyei es el secreto para producir el efecto tridimensional.

Liang, que perdió el brazo izquierdo cuando era niña, abrió un taller en su casa, desde donde vende sus obras de arte a clientes de todo el mundo. Ahora domina la técnica del bordado bouyei y es heredera del patrimonio cultural inmaterial. Como resultado, su vida ha cambiado significativamente.

Durante la última gala del festival de compras del Día de los Solteros celebrada en Hangzhou, provincia de Zhejiang, el 10 de noviembre, un muñeco de león llevado a cabo por seis bordadores en ocho horas se transmitió en vivo en todo el país por televisión y sitios web. “El muñeco mide 30 centímetros de alto y 30 de ancho. Se usaron varios hilos de colores para las partes externas, mientras que un hilo dorado formaba la melena del león. Se usó pitahaya para teñir algunos hilos de rosa”, sostuvo Liang, y agregó que el diseño auspicioso tiene como objetivo brindar salud y paz a los miembros de la familia.

Después de la gala, Liang recibió numerosas consultas. Tres clientes pidieron muñecos de leones y algunos encargaron otros artículos bordados. “Luego de regresar a casa, alentamos a los jóvenes a aprender a bordar, lo que puede aumentar la comprensión de nuestra cultura”, afirmó.

Liang nació en un pueblo cerrado y subdesarrollado en lo profundo de las montañas, donde la mayoría de los residentes viven de la agricultura o emigran a ciudades para buscar trabajo. Perder su brazo significó que no pudiera alimentarse por sí misma, pero se negó a desanimarse y aprendió a bordar de su madre. Ganó una mejor reputación por su bordado después de producir varios artículos con mariposas y peces de colores que ganaron premios provinciales y nacionales por destrezas profesionales en 2010 y 2011 entre personas con discapacidades. Luego fue reconocida como heredera del bordado bouyei local. En 2012 abrió su taller, donde los bordadores colocaban sus diseños en los estantes para venderlos a los lugareños, pero la actividad era escasa.

Sin embargo, la carrera de Liang prosperó después de que dos distribuidores en línea de Beijing y uno de la provincia de Hunan hicieran pedidos. Ahora, los atuendos, las corbatas y las pinturas y artesanías producidas por el taller se venden a consumidores de todo el mundo a través de plataformas de comercio electrónico, y los ingresos obtenidos por la empresa oscilan entre los 300.000 yuanes (u$s 47.000) a 500.000 yuanes al año.

A medida que aumentaba el número de pedidos, Liang reclutaba a más trabajadores. El taller ofreció trabajo a más de 100 bordadoras del barrio. También organizó cursos de formación para mujeres desempleadas. “Gracias a los compradores en línea, nuestros productos se venden bien, lo que ha cambiado nuestras vidas y nos ha traído ingresos y dignidad”, afirmó Liang.

Wang Danqing, una distribuidora en línea, viene colaborando con el equipo de Liang desde 2015, realizando pedidos de forma rutinaria todos los meses. “Al principio, las bordadoras no confiaban en los distribuidores en línea, temiendo que posiblemente las engañáramos”, comentó Wang. “Dudaban si podíamos vender sus productos o si pagaríamos. También cuestionaban nuestros diseños”. Ambas partes tardaron unos seis meses en adaptarse entre sí, señaló.

Muchos consumidores jóvenes prefieren productos con elementos culturales y de atractivo personal, y para satisfacer esta demanda, ella combina el patrimonio cultural inmaterial con mercancías como sobres, bolsos y ropa con diseños de bordado, batiks y grabados en madera. “Sólo mezclándose con la vida moderna se puede ver, amar, proteger y transmitir el patrimonio cultural”, afirmó Wang.

Al igual que Liang, muchos herederos del patrimonio cultural inmaterial se han unido a plataformas de comercio electrónico e Internet para promover sus productos, aumentar las ventas y generar más ingresos. De hecho, en la gala del 10 de noviembre, se exhibieron otros productos que mostraban ese legado, como sartenes de hierro, tallados en madera y parasoles.

Liu Xin, a cargo de los artesanos y la sección de patrimonio cultural inmaterial de la plataforma de comercio electrónico Taobao, uno de los organizadores de la gala, señaló que era la primera vez que la compañía invitaba a herederos al escenario. “Nuestro objetivo era impresionar a la audiencia con algo nuevo e inspirar a más personas a aprender sobre la cultura tradicional china”, sostuvo, y agregó que la sección, que se creó en 2019, muestra que hay un potencial significativo en el mercado.

En junio, el número de tiendas que venden productos relacionados con el patrimonio cultural inmaterial en Taobao y Tmall había superado las 35.000. La facturación de dichos productos creció más de un 20 % anual, según un informe publicado por el laboratorio de encuestas de opinión pública de la Academia de Ciencias Sociales de China, China Tourism News y Alibaba, en septiembre.

En medio del aumento del orgullo nacional y la conciencia cultural, los consumidores, especialmente los jóvenes, están recurriendo más productos relacionados con el patrimonio cultural inmaterial. La calidad mejorada de los productos chinos y numerosos programas gubernamentales también están contribuyendo a esta tendencia, según el informe.

Wang Jin colaboró con esta nota.

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