Con las altas temperaturas y la humedad en Qatar, junto con los exigentes estándares de construcción, construir el estadio no ha sido fácil. La CRCC, de propiedad estatal, dijo que organizó equipos de más de 7.000 trabajadores de China y el extranjero, y aprovechó al máximo sus ventajas de integración de recursos.
CRCC llevó a cabo una cooperación práctica con más de 20 empresas tercerizadas, como la compañía británica AFL Architects y la multinacional Aurecon. CRCC formó alianzas estratégicas con estas empresas en las áreas de diseño, estructuras de acero, materiales de membrana y equipos electromecánicos, entre otros, indicó.
“La construcción exitosa del estadio ha sido otro hito importante en el camino de desarrollo en el extranjero de CRCC”, señaló Zhuo Lei, presidente de China Railway Construction Corp (International).
“Qatar ha sido una parte importante de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. El proyecto ha demostrado una relevancia referencial importante para que China promueva continuamente la Franja y la Ruta y amplíe aún más la cooperación con los países y regiones involucrados en la iniciativa”, sostuvo Zhuo.
El lugar es uno de los estadios más ecológicos del mundo. Se aplicaron prácticas de construcción sostenible durante toda la edificación del recinto. El proceso ahorró alrededor del 40 % del consumo de agua dulce en comparación con la construcción de un estadio tradicional.
Por ejemplo, los trabajadores recolectaron, reciclaron y reutilizaron agua de lluvia, y también usaron agua de mar desalinizada. El agua reciclada se usó para regar las plantas alrededor del estadio.
El proyecto también utilizó tecnologías relacionadas para simular la temperatura, la humedad y la velocidad del aire en el estadio, y consideró exhaustivamente las ubicaciones de las cámaras grandes y las plataformas de los medios para organizar los asientos de manera razonable y hacer que el público se sintiera cómodo. La construcción del estadio también garantiza el cumplimiento de los requisitos de la FIFA, comentó Hameed Otaibi, un ingeniero jordano que participó en la instalación del equipamiento en el estadio.
Paralelamente, Leonidas Tzevelekas, un ingeniero griego que estuvo involucrado en la edificación del estadio durante todo el proceso, dijo que al confiar en tecnologías digitales avanzadas adoptadas por empresas chinas, él y sus colegas han podido controlar la precisión de la construcción hasta un nivel milimétrico.