Según el FMI, la revisión refleja una actividad económica más sólida de lo esperado en el primer semestre y una reducción significativa de aranceles entre China y Estados Unidos, lo que convierte al país asiático en la economía con la mayor mejora proyectada.
El organismo también ajustó al alza su pronóstico global para 2025 de 2,8% a 3% y actualizó su estimación para China en 2026 a 4,2%, en parte por aranceles efectivos más bajos de lo previsto en abril.
Más señales de distensión en las tensiones comerciales entre China y EE.UU. surgieron el 29 de julio: ambas partes acordaron extender 90 días más la suspensión de aranceles recíprocos del 24%, conforme a los consensos alcanzados en la tercera ronda de conversaciones bilaterales en Estocolmo.
Otras instituciones como Morgan Stanley, Goldman Sachs, UBS y Nomura también elevaron sus estimaciones de crecimiento para China, impulsadas por un incremento interanual de 5,3% en el primer semestre.
Goldman Sachs, que destacó el crecimiento del PBI del 5,2% en el segundo trimestre, mantuvo su recomendación de sobreponderar acciones chinas en un contexto regional y elevó su objetivo a 12 meses para el índice MSCI China de 85 a 90 puntos. MSCI China es un índice bursátil que sigue el desempeño de las empresas chinas de gran y mediana capitalización que cotizan tanto en China como en el extranjero.
El 30 de julio, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China celebró una reunión clave para definir la agenda económica de la segunda mitad del año. Allí se subrayó que las políticas macroeconómicas deben mantener su efecto e intensificarse cuando sea necesario. Se llamó a fortalecer la demanda de consumo, mejorar el nivel de vida, avanzar en la renovación urbana de calidad y consolidar la recuperación del mercado de capitales.
Wang Qing, analista jefe de macroeconomía en Golden Credit Rating International, dijo que el encuentro refleja que las políticas seguirán enfocadas en estabilizar el crecimiento en el segundo semestre.
Entre las esperadas medidas figuran nuevos recortes de tasas de interés, subsidios al consumo en sectores como el turismo y un mayor uso de bonos gubernamentales para adquirir propiedades no vendidas con fines de vivienda asequible, según Wang.
Por ZHOU LANXU, OUYANG SHIJIA y MINGMEI LI