Beijing

Impulso del progreso ambiental

El concepto de "civilización ecológica" ayuda a erradicar la contaminación

A veces el smog era tan denso que la gente apenas podía ver con claridad los edificios al otro lado de la calle. Los residentes solían acumular montones de barbijos con filtro y algunos incluso usaban máscaras respiradoras al aire libre. Así es como Ma Jun, director del Instituto de Asuntos Públicos y Ambientales, una ONG, recuerda la mala calidad del aire en Beijing hace más de una década.

Si bien los barbijos con filtro de partículas que Ma compró en ese momento han permanecido inactivos durante mucho tiempo, sirven como recordatorio de la severa contaminación atmosférica en el pasado.

Mientras en Beijing se pudo disfrutar de un aire limpio y puro a diario durante los Juegos Olímpicos de Invierno, Ma se maravilló de los cambios que habían acontecido. “La mejora es enorme y notable”, sostuvo.

Según datos oficiales, en 2013, el año en que Beijing comenzó a monitorear el nivel de partículas finas (PM2,5), la densidad promedio anual del contaminante en la ciudad fue de 89,5 microgramos por metro cúbico.

Ma indicó que la cifra cayó a 33 µg/m3 el año pasado y cuando se inauguraron los Juegos el 4 de febrero, era de solo 5 µg/m3.

El progreso en la calidad del aire es solo un microcosmos de los cambios ambientales radicales que han tenido lugar en todo el país a medida que avanzan los esfuerzos sin precedentes de las autoridades centrales para promover la “civilización ecológica”, un concepto cuyo principio fundamental es la coexistencia armoniosa de la humanidad y la naturaleza.

Orientados por el Pensamiento sobre la Civilización Ecológica de Xi Jinping, “los empeños de protección ambiental del país han registrado cambios radicales, históricos y transformadores”, escribió Sun Jinlong, jefe del Partido en el Ministerio de Ecología y Medio Ambiente, en un artículo publicado recientemente en Qiushi Journal.

Por ejemplo, en 2020, la proporción de agua superficial del país que era apta para consumo fue del 83,4 %, un aumento de 17,4 puntos porcentuales con respecto a 2015, escribió Sun.

Además, para el mismo año, las emisiones de dióxido de carbono por unidad de PBI se redujeron en un 48,4 % desde el nivel registrado en 2005, superando el objetivo de 40 a 45 %, agregó.

Las áreas boscosas del país y el volumen de reserva forestal se han expandido durante 30 años consecutivos, mientras que el 25 % del territorio terrestre ha sido asignado como área para la conservación del ecosistema, informó el ministerio.

“No importa adónde vaya el secretario general Xi Jinping, siempre está interesado en el avance de la civilización ecológica y la protección del medio ambiente y es algo que enfatiza reiteradamente”, escribió Sun.

Xi, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente chino, visitó muchas áreas en las cuencas de los ríos Yangtsé y Amarillo y dio una serie de instrucciones sobre la conservación y la gobernanza de las dos vías fluviales más largas del país.

Al dirigirse a un simposio en Jinan, capital de la provincia de Shandong, en octubre, el presidente señaló que las regiones a lo largo del río Amarillo deberían sumarse a priorizar el medio ambiente y comprometerse con el desarrollo verde. Fue el segundo simposio presidido por Xi sobre la protección del ecosistema y el desarrollo de alta calidad de la cuenca del río Amarillo. También ha convocado tres simposios sobre el avance del desarrollo de la Franja Económica del río Yangtsé.

A pesar de los desafíos planteados por la pandemia de Covid-19, el Gobierno se ha embarcado en una transición ecológica integral de la que se esperan obtener cambios aún más positivos.

En septiembre de 2020, Xi anunció que el país tiene como objetivo llegar a su pico de emisiones de CO2 antes de 2030 y lograr su neutralidad antes de 2060. “Guiada por el Pensamiento sobre la Civilización Ecológica, China implementa la nueva concepción de desarrollo. Apuntaremos a un desarrollo socioeconómico más verde en todos los aspectos, con un enfoque especial en el fomento de la energía verde y baja en carbono”, señaló cuando se dirigió a la Cumbre de Líderes sobre el Clima, un evento virtual celebrado en abril del año pasado.

También se han implementado una serie de acciones climáticas concretas. En octubre, las autoridades centrales dieron a conocer una guía maestra aplicable al trabajo requerido para lograr los objetivos climáticos del país, fijando metas y medidas específicas para las próximas décadas.

Por ejemplo, en el documento se asume el compromiso de aumentar gradualmente la participación del consumo de combustibles no fósiles a aproximadamente el 20 % de la combinación energética para 2025, seguido de alrededor del 25 % para 2030 y más del 80 % para 2060.

El Gobierno central todavía está trabajando en planes de acción específicos para permitir que los diferentes sectores alcancen su pico de emisiones. “Con la amplia reversión de sus emisiones de carbono que suben de forma acelerada, China se dirige hacia la modernización, siguiendo un camino que se caracteriza por la coexistencia armoniosa del hombre y la naturaleza”, expresó Wang Jinnan, director de la Academia de Planificación Ambiental de China.

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