El poder de la apertura

El PCCh absorbe la experiencia de todo el mundo para ejercer una gobernanza más eficaz

En 1986, cuando Koh King Kee organizó el primer seminario sobre la política de reforma y apertura de China en Kuala Lumpur, Malasia, quedó impresionado de que los funcionarios del Gobierno chino que hablaron en el seminario, todos miembros del Partido Comunista de China (PCCh), eran abiertos y curiosos y estaban deseosos de adquirir nuevos conocimientos. “Me hicieron muchas preguntas, incluyendo cómo el resto del mundo veía a China y cómo el país podría desarrollarse mejor”, señaló. “Eran sinceros y estaban dispuestos a interactuar con el mundo exterior y aprender de las experiencias de los demás”.

Durante las décadas siguientes, los miembros del PCCh y los funcionarios del Gobierno chino le han hecho con frecuencia preguntas similares a Koh, presidente del Centro para una Nueva Asia Inclusiva, un grupo de expertos en Kuala Lumpur. “Si uno revisa la historia de los 100 años del PCCh, es fácil ver que el Partido ha estado abierto a escuchar las ideas de los extranjeros y ha tratado constantemente de mejorar en su larga lucha por la liberación nacional y mejorar la gobernanza del país después de la fundación de la República Popular China, especialmente luego de la reforma y apertura a fines de la década de 1970”, sostuvo.

De hecho, la apertura del PCCh para aprender de países más avanzados ayudó a China a encontrar un camino de desarrollo que se adecuaba a sus propias circunstancias nacionales y a convertirse en la segunda economía más importante del mundo en unos 30 años, elevando los niveles de vida de sus ciudadanos y contribuyendo al crecimiento económico mundial, indicó Koh.

Desde el inicio de la reforma y apertura, China ha sacado de la pobreza a más de 770 millones de personas y ha alcanzado el objetivo de alivio de la pobreza fijado por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas diez años antes. China también quiso compartir su experiencia con el mundo y su logro es un gran aporte para aliviar la pobreza global, sostuvo Koh.

El presidente Xi Jinping, quien también es secretario general del Comité Central del PCCh, ha llamado al mundo a construir un futuro basado en la apertura, la inclusión, el respeto mutuo y el amor por el planeta. “China también ha propuesto la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, en inglés), un proyecto de cooperación internacional que tiene como objetivo conectar mejor a los países a través de la coordinación de políticas, la conectividad de la infraestructura, el comercio y la inversión sin obstáculos, la integración financiera y los lazos entre pueblos”, señaló Koh. “La BRI es la oferta de bienes públicos de China al mundo, que encarna el espíritu de la Ruta de la Seda de paz y cooperación, apertura e inclusión, aprendizaje y beneficio mutuos”.

Koh señaló que el concepto de construir “una comunidad con un futuro compartido” y promover el desarrollo de la BRI bajo los principios de consulta amplia, contribución conjunta y beneficios compartidos se agregaron a los Estatutos del PCCh en 2017, lo que demuestra mejor la apertura del Partido.

Además, desde el inicio de la pandemia de COVID-19, China se ha unido al mundo para combatir al enemigo común de la humanidad y ha brindado ayuda a muchos países, ofreciendo vacunas y barbijos, que es otro ejemplo de la apertura del Partido y del Gobierno chino.

Wang Yiwei, profesor titular de la Cátedra Jean Monnet de la Universidad Renmin de China en Beijing, señaló que China ha considerado la apertura como una política estatal básica y la ha incluido en la Constitución del país y los Estatutos del partido gobernante, lo cual es raro en el mundo y muestra que el Partido y la civilización china siempre están adheridos a la apertura.

Sostuvo que el PCCh se ha radicado en China y que la sinización significa que se ha integrado con la revolución y la cultura tradicional chinas, transformando los ideales tradicionales de eliminar las brechas de riqueza y lograr la gran unidad y armonía en la construcción actual de una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos y realizar una modernización integral. El PCCh siempre ha tenido una actitud abierta en su desarrollo y China ha aprendido mucho de la civilización occidental, indicó.

Ronnie Lins, director del Centro de Investigación y Negocios para China-Brasil, comentó que rápidamente se enamoró de China y su gente en su primera visita hace muchos años. Desde entonces, cada vez que regresó al país, se ha sentido orgulloso del gran desarrollo promovido por el PCCh y el Gobierno chino, tanto en áreas urbanas como rurales. El PCCh tiene la característica importante de ser abierto, lo que lo ha ayudado a salir victorioso en los últimos 100 años, señaló. “Sus líderes tienen una gran visión de futuro, priorizan el bienestar de la gente, y se dedican a los sueños y deseos de la población con los procesos de apertura”. Mantenerse abierto y estar dispuesto a absorber los logros de la civilización humana siempre ha sido fundamental en el siglo del PCCh, aunque la dimensión y el contexto de diferentes épocas hayan afinado las características de la apertura, sostuvo.

En opinión de Lins, los líderes del PCCh han tomado decisiones fundamentales para el proceso de apertura y desarrollo económico de China, que ha transformado a un país pobre en una de las potencias comerciales más importantes del mundo. Por ejemplo, desde el inicio de la reforma y apertura, China ha tomado una serie de medidas para abrirse al mundo exterior. Esto incluyó la creación de zonas económicas especiales, lo que permitió aperturas que atrajeron importantes inversiones extranjeras y conocimientos tecnológicos, e impulsaron significativamente el desarrollo económico y social de China.

Además, con el liderazgo del PCCh, China se ha vuelto más abierta en los últimos años, apoyando firmemente el multilateralismo, transmitiendo su experiencia en la erradicación de la pobreza al resto del mundo y organizando varios eventos globales como la Exposición Internacional de Importaciones de China con el objeto de fortalecer los intercambios en todo el mundo. “El mayor compromiso de China con el mundo es una estrategia esencial para adquirir y difundir conocimientos y experiencias. Así es como se desarrolla un gran país”, sostuvo Lins.

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LI MIN / CHINA DAILY

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