La historia
La demandante, nombrada en los expedientes como Li conoció a su -ahora ex- Jiang por un amigo en común que los presentó. En poco tiempo se fueron a vivir juntos.
En junio de 2020 Li supo que estaba embarazada y decidieron casarse. El hombre esperó a que terminara la ceremonia para confesarle a su flamante esposa que es HIV positivo durante muchos años y que estaba bajo tratamiento médico para controlar su enfermedad. Luego alegó que, por la medicación que toma, no había riesgo para la mujer ni para el bebé.
Sin embargo, Li no soportó la situación, interrumpió su embarazo y comenzó los trámites de anulación del matrimonio.
El nuevo Código Civil de China contempla la anulación del matrimonio si uno de los esposos tiene una "enfermedad grave" y no lo informa a su pareja antes de casarse. La Ley de Matrimonio anterior no incluía el sida en la lista de enfermedades que podrían dar lugar a una anulación.
Como Jiang no había informado a su esposa de su estado de salud antes de casarse, el Tribunal de Minhang falló a favor de Li y anuló el matrimonio.
¿Y los controles médicos prematrimoniales?
En China la resolución judicial es considerada histórica y marca el pulso de las redes sociales. En Weibo, la plataforma más popular de este país, el caso superó las 690 millones de visitas solamente el lunes, día del fallo. Muchos internautas se quejaron porque desde 2003 dejaron de ser obligatorios los controles médicos prematrimoniales, a pesar de que muchas parejas se los hacen voluntariamente.
En este caso, llevando un tiempo largo de convivencia, evidentemente la mujer no consideró necesarios los exámenes médicos. El hombre prefirió guardar silencio y los resultados quedaron a la vista.