Si quieres que tu cabellera se mantenga fuerte, brillante y saludable, existe un producto que tienes que incluir en tu rutina capilar. El artículo en cuestión se llama protector térmico y seguramente alguna vez lo oíste nombrar en internet o incluso te lo mencionó tu peluquera de confianza.
El protector térmico es un producto que crea una barrera invisible entre tu pelo y el calor. Existen ejemplares en spray, crema o sérum, y su función principal es evitar que las altas temperaturas debiliten la fibra capilar. Sin esa protección, el calor abre la cutícula y la reseca, por lo que apaga el brillo y deja el pelo más frágil.
Cómo aplicar protector térmico en el pelo
Utilizar este producto capilar es bastante simple, sin embargo la gran mayoría de las personas lo usa de forma incorrecta, ya que se aplican el producto en el pelo seco y luego lo planchan, pero así no protege. La forma correcta es aplicar el producto, ya sea en formato crema o sérum, sobre el pelo húmedo y recién lavado.
Luego, hay que peinar para distribuir el producto de medios a puntas, por lo que no se enjuaba. Seca el cabello con secador o al natural, pues lo importante es que el producto se seque en el cabello. Después, puedes pasar la plancha, la buclera o la herramienta de calor que tengas en casa.
Los beneficios del protector térmico son visibles desde el primer uso. Reduce el daño térmico, previene puntas abiertas, mantiene el color en cabellos teñidos, suma suavidad y brillo, y hace que el peinado dure más tiempo. Es un producto económico, fácil de usar y fundamental si estilizas tu pelo con calor.
¿Cuáles son los mejores protectores térmicos?
- Protectores con keratina, ideales para fortalecer.
- Fórmulas con aceites livianos como argán o jojoba para sumar brillo sin pesadez.
- Protectores con pantenol o proteínas, perfectos para reparar el pelo.
- Productos en spray si buscás algo rápido y ligero.
- Protectores en crema o sérum si tu pelo es seco y necesita más nutrición.




