Hasta el mirador de ballenas en Sydney, Australia, viajaron los padres de Gavin Paul Zimmerman para conmemorar un año del accidente que terminó con su vida.
El joven estadounidense de 19 años cayó al mar desde un acantilado de más de 10 metros de altura luego de perder el equilibrio tras tomarse una selfie.
"Se veía tan feliz. Tenía una sonrisa en su rostro, parecía un hermoso día", comentaron los padres del misionero de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en entrevista con Daily Mail, mientras revelaban la última fotografía que se tomó el joven.
Fuente: 24 horas.