En Mendoza creemos que San Juan es una provincia más conservadora que la nuestra. Menos abierta a los cambios. Más pueblerina. Y que nosotros en cambio somos unos modernos de puta madre, abiertos y receptivos a las tendencias que marcan las naciones más desarrolladas, por ejemplo en acompañar el avance de las mujeres contra la cultura machista.

Pues bien, los sanjuaninos acaban de demostrarnos que en cuestiones de novedades sociales parecen estar algo más avispados. Una de las pruebas irrefutables es que acaban de eliminar de un plumazo la elección de las reinas de la belleza de su conocida Fiesta Nacional del Sol.

Ese festejo es el más importante de San Juan y se realiza todos los años una semana antes que nuestra Fiesta Nacional de la Vendimia, de la que si bien han tomado buena parte de sus formatos y sus rituales, han tenido la habilidad de irle aportando cambios para diferenciarse lentamente

El golpe

Pero lo que han hecho ahora es como una paliza conceptual. Como la piña de Alberto Fernández del 11 de agosto pasado. O como la resurrección de Mauricio Macri del 24 de agosto decretada por las clases medias de las grandes ciudades argentinas. Nos han dejado con el traste al norte.

La Fiesta de los sanjuaninos arrancó en 1972. La de la Vendimia, en 1936. Cuando nuestros vecinos se cansaron de tener buenos vinos y que todo el crédito de esa bebida fuera para los mendocinos imaginaron una celebración donde el sol, como en el universo, fuera el centro de todo.

En los comienzos de los '70 la Vendimia pasaba por uno de sus momentos más esplendorosos y creativos y en el país y el mundo se hablaba de las puestas en escena maravillosas de Abelardo Vázquez, realizadas en un anfiteatro en medio de los cerros que rodean la ciudad.

No va más

Lo concreto es que ahora el gobierno sanjuanino del peronista Sergio Uñac ha decidido eliminar de un plumazo esa antigualla que es la elección de reinas bajo el concepto excluyente de belleza femenina.

En la edición 2020 de la Fiesta del Sol las reinas serán un recuerdo. "Se va a resignificar el concepto de lo que estamos eligiendo", han dicho los funcionarios sanjuaninos, para quienes era insostenible eso de ser soberana solo por ser linda y alta.

Para no ser tan rupturistas se ha decidido por ahora suplantarlo por la designación de "una embajadora de San Juan" que saldrá de la representante departamental que presente el mejor trabajo sobre cómo mejorar la calidad de vida de las mujeres. Y la ganadora, dicen, podrá ser petisa, gordita, madre y sin límites de edad.

Ya no habrán coronas, capas, ni otros ridículos atributos "reales". 

¿Y por casa?

En el Gobierno de Mendoza cunde la idea de que por ahora no es conveniente meterse en líos, sobre todo en un año electoral y a un mes de las elecciones para gobernador. 
Ni el mandatario Alfredo Cornejo ni la titular de Turismo de la provincia, Gabriela Testa, se han mostrado favorables a la eliminación del reinado vendimial.  

No obstante, por lo bajo no son pocos los que "en palacio" admiten que eso de elegir reinas de belleza es algo que tiene fecha de vencimiento.

Desde este año la Fiesta Provincial del Turismo no elige más reinas en Mendoza "para no cosificar a la mujer", según lo solicitado por las cámaras privadas de turismo. También se eliminó la elección de la reina de la Nieve.

El secretario de Cultura de la provincia, Diego Gareca, admitió, como para salir del paso, que se podría decidir un referéndum para saber si los mendocinos quieren seguir o no con la elección de la reina de la Vendimia. Nadie en el gobierno le llevó el apunte.

¿Será que sintieron que les han mojado la oreja?

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