Melina se compromete con las cosas, con la gente de su lugar y con las problemáticas que la aquejan. Es un mujer de 24 años, madura, que apoya la lucha de su pares y que desea la igualdad, en un mundo en donde no haya necesidad de pelear por ella.
Melina Martínez es la reina de la Vendimia de Malargüe, estudia Marketing y dice que en la sesión de fotos de Reinas como reinas, no le costó estar seria porque “tengo la tendencia a estarlo”.
Martín Orozco cuenta que Malargüe fue la última escala de un viaje de 4 días por el sur mendocino, haciéndole fotos a las reinas, y que “fue durísimo llegar al fin de todo el recorrido”. Siempre madrugando, para la sesión con Melina debieron despertarse a las 2 de la mañana.
La plaza principal de Malargüe “estaba claramente vacía. La reina tiene un porte y una actitud que la hacen parecer una actriz de Hollywood. Estaba frío y nosotros estábamos con campera, pero ella se lo bancó y estaba espléndida”, dice.
Esa resistencia al frío parece haber sido heredada de la madre, que es profesora de Música, ya que “¡la mamá estaba en remera!”, cuenta Orozco.
Melina dice que la sesión “fue excelente. No me habían sacado nunca fotos a las seis de la mañana”.
Con respecto a la actitud fuerte, dominante, que se le pidió que adoptara, sostiene que “estuvo bien. Es bueno eso de mostrarnos como más guerreras. Yo tengo como una tendencia a ser seria y mucho no me costó. Siempre nos hacen reír, mostrarnos alegres y está bueno mostrar otra faceta”.
Se siente bien en este tiempo de mujeres empoderadas. Dice que “no debería haber ninguna lucha, somos todos iguales, pero me alegra mucho que la mujer salga a luchar por sus derechos y yo apoyo totalmente esto y me siento muy representada”.
Afirma que “tengo varios proyectos en los que trabajar, muy especialmente en lo social”. Al respecto cuenta que “Malargüe “tiene una taza muy alta de suicidios de adolescentes y jóvenes, en parte porque no encuentran proyectos a largo plazo”.
Dice que esta es “una problemática compleja” y que para eso ha iniciado “una campaña contra el cyber bullying”. También advierte que los jóvenes “no reciben la atención que necesitan y se sienten muy solos”.
Pero, para que esté claro que Malargüe es un buen lugar donde vivir, recuerda que “tuve una infancia feliz, muy alegre, compartiendo la vida con mis 4 hermanos. Éramos muy inquietos”.
Ahora, con el centro departamental, busca la corona nacional.