Ver para creer... Cuando ya pensábamos que la evolución de los teléfonos móviles solo era cuestión de poner mejores pantallas, procesadores más potentes y baterías más duraderas, llega LG y, de nuevo, lo pone todo patas arriba. La firma coreana, en efecto, acaba de presentar en el Mobile World Congress de Barcelona la quinta generación de su gama G (el LG G5), y no resulta exagerado decir que el nuevo buque insignia de la compañía se ha convertido en el centro de todas las miradas y comentarios durante la feria tecnológica más importante del mundo. ¿La razón? Se trata del primer "smartphone" que puede ser "reconstruido" a voluntad por el usuario,quitando y añadiendo módulos que lo convierten, por ejemplo, en una cámara de fotos profesional o en un reproductor de audio de máxima calidad.Original, rompedor, revolucionario, disruptivo... Que cada uno elija el término que más le guste, pero el nuevo LG G5 es todas esas cosas juntas... y unas cuantas más. Se trata de la primera vez que sale al mercado un "smartphone" con "tecnología modular", un concepto nuevo en la industria de la telefonía móvil y que ahora LG, en solitario, se ha atrevido a poner en el mercado con todas sus consecuencias. Tampoco renuncia la firma a las famosas pantallas curvas que desde hace unos años lucen todas sus creaciones. Y es que la compañía coreana nunca se ha querido conformar, como la mayoría, con innovaciones meramente estéticas o en el terreno del software, sino que lleva ya años "buscándole las vueltas" al hardware. Ahora, parece haberlo conseguido con este "concepto Lego" según el que cada cual puede construir su terminal en función de sus gustos, necesidades y preferencias.
La firma surcoreana se adelanta a Google en el lanzamiento de un terminal que puede ser "reconstruido" a voluntad por el usuario, quitando y añadiendo módulos que lo convierten, por ejemplo, en una cámara de fotos profesional o en un reproductor de audio