Cientos de mendocinos se reunieron esta tarde en la explanada del reloj del Tiempo del Parque Central, de Ciudad, para presenciar el eclipse de sol. Allí se pudo disfrutar desde las 15.30 el fenómeno que no se volverá a ver en los próximos 360 años. También hubo otros puntos del Gran Mendoza donde se organizaron para poder apreciarlo.
El público que concurrió en su mayoría fue niños y adolescentes con muchas ganas de aprender y observar el gran fenómeno astronómico. La gente pudo observarlo mediante telescopios con filtros necesarios para proteger los ojos ya que se recomendó no utilizar lentes de sol ni objetos caseros, como una radiografía o lentes 3D ya que no tienen la capacidad de detener la totalidad de las radiaciones.
La organización estuvo a cargo de la Municipalidad de Capital, fundamentalmente El Firmamento, que es una asociación civil compuesta de astrónomos amateurs que se dedican a la divulgación de la ciencia astronómica en todos los ámbitos. Su fundador es Walter García y fue el encargado de explicar con detalles los movimientos de nuestro rey sol y nuestro satélite, la luna.
Seis fueron los telescopios de largo alcance que El Firmamento apostó para que el público, previa fila de por medio, fueran pasando de a uno y pudiera observar con precisión el eclipse de sol. El fenómeno natural comenzó su proceso pasadas las 16.35, a partir de ese momento la luna comenzó a tapar lenta y paulatinamente el sol.
Mientras esto iba sucediendo, Walter García, iba explicando al público cómo es que se iba dando. Luego la gente, en su mayoría niños, le iban haciendo preguntas para sacarse sus dudas. Indudablemente que además de graficar lo que estaba sucediendo, desde
El Firmamento hicieron mucho hincapié en la seguridad de las personas para que a nadie le afecten la visión. En este sentido fueron muchas las recomendaciones de Walter García previo al eclipse.
Una explicación del fenómeno astronómico en imágenes en pantalla gigante acompañaron el encuentro. Por esta pantalla se podía ver con mucha claridad y nitidez.
El punto culmine y de mejor exposición se dio a las 17.39, en ese momento la luna tapó en un 96 por ciento al sol. Si bien no se hizo de noche, como tal vez muchos esperaban, la tarde tuvo una claridad parecida a la de un atardecer. Consecuentemente con esto la temperatura lógicamente bajó unos grados.
Cuando pasó ese momento, la luna comenzó su alejamiento del sol pero de manera inversa a cómo lo había iniciado.
En otro lugar en los que la gente se juntó para ver el eclipse fue en el Parque Canota, de Luzuriaga, Maipú, la convocatoria también fue para realizar yoga, acroyoga y biodanza. Además, se dictaron charlas sobre astrología y se proyectó el eclipse solar también en grandes pantallas.