Un anciano convivió durante varios días con el cadáver de su hijo, de 60 años, quien se encargaba de cuidarlo. Murió por causas naturales.
Un anciano convivió durante varios días con el cadáver de su hijo, de 60 años, quien se encargaba de cuidarlo. Murió por causas naturales.
Diversos problemas de salud llevaron a un hombre de 97 años a quedar postrado en la cama de su casa de la calle Guatemala del barrio Río Dulce de la ciudad santiagueña de La Banda.
Su hijo, de 60 años, se hizo cargo de su cuidado en los últimos tiempos. Sin embargo, los vecinos comenzaron a sentir fuentes olores que provenían de la vivienda donde residían padre e hijo.
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Los habitantes de la cuadra coincidieron que no habían visto salir al hijo en los últimos días a realizar compras como lo hacía diariamente y tampoco observaron movimiento en el interior de la propiedad. Llamaron a la Policía y los alertaron sobre la singular situación.
Con la presencia de testigos, los uniformados corroboraron la presencia de olores e ingresaron al inmueble, donde descubrieron una dantesca escena.
En una de las habitaciones encontraron sin vida al hijo de 60 años, quien por las condiciones en las que se encontraba el cuerpo, había muerto hace varios días.
En la otra habitación hallaron a su padre de 97 años, postrado en la cama y con signos de deshidratación y de no haberse alimentado en los últimos días.
Al parecer, el longevo hombre habría solicitado ayuda para que le dieran agua, pero su hijo no lo escuchó porque estaba ya sin vida en la otra habitación.
Inmediatamente, se solicitó ayuda médica para la persona postrada, quien fue trasladada en ambulancia a un nosocomio para que recibiera atención médica y compensaran su salud.
Por orden de la fiscal Alejandra Holgado, representante de la Unidad Fiscal de Banda y Robles, el cuerpo en estado de descomposición del hijo fue trasladado a la morgue judicial.
Finalmente, la pericia forense estableció que el deceso se produjo por causas naturales, revelaron fuentes ligadas con la investigación.
Los vecinos indicaron a los policías que el nonagenario tiene otro hijo que solía visitarlos periódicamente, pero no lo habían visto en los últimos días