Calambres (1)
Aunque los calambres musculares suelen ser habituales en deportistas también aparecen en personas sedentarias o que no hacen deporte de forma habitual
Según expertos en salud, los calambres pueden tener múltiples causas, por eso, debe tratarse de forma integral, tanto en el momento del calambre como en su prevención.
- Deshidratación
- Fatiga muscular,
- Déficit de minerales como magnesio, potasio o calcio,
- Mala circulación
- Posturas incorrectas al dormir o trabajar.
Qué hacer cuando aparece un calambre
Es habitual tener calambres cuando sudamos y perdemos líquidos y minerales esenciales para el cuerpo como sodio, potasio, magnesio, que intervienen tanto en la contracción como en la relajación muscular. Este dolor incómodo aparece si estos componentes no se reponen adecuadamente, sobre todo en actividades físicas o incluso al dormir.
En este sentido, cuando el calambre se presenta, lo más importante es actuar para reducir el dolor y relajar el músculo afectado. Lo que se recomienda principalmente es:
Hidratarse para evitar calambres
Para prevenir los calambres musculares lo mejor es, sin duda, la hidratación, sobre todo en días de actividad física
Estirar suavemente el músculo involucrado. Por ejemplo, si es en la pantorrilla, se recomienda estirar la pierna y tirar suavemente del pie hacia la rodilla. Masajear la zona con movimientos circulares para mejorar el flujo sanguíneo también ayudará mucho.
El calor o frio ayuda increíblemente en estos casos. Hay que aplicar calor si el músculo sigue rígido o usar frío si hay dolor hinchazón. Además, caminar o mover ligeramente la zona para ayudar a restablecer el flujo normal del músculo.
Cómo evitar que aparezcan los calambres
Prevenir los calambres implica adoptar ciertos hábitos saludables:
- Constante hidratación: tomar suficiente agua durante el día, sobre todo al hacer actividad física.
- Ingerir alimentos ricos en minerales, como banana, espinaca, papa, palta, frutos secos y yogur.
- Estiramientos antes y después del ejercicio, y también antes de dormir si los calambres ocurren de noche.
- Evitar el sedentarismo, cambiando de postura o caminando brevemente cada cierto tiempo.