Muchas son las personas que tienen botellas de plástico con agua en la heladera de su casa, y las están rellenando permanentemente para hidratarse. Sin embargo, esto no es para nada recomendable, ya que pueden desatarse una serie de riesgos para la salud en el corto, mediano y largo plazo.
El plástico puede ser muy dañino para la salud, y específicamente en el caso de las botellas, está diseñado para ser usado en tan solo un uso. ¿Qué puede pasar si se rellena?
Por qué no se deben rellenar las botellas de plástico con agua
Las botellas de plástico, sobre todo las de un solo uso, no están diseñadas para lavarse a fondo y reutilizarse repetidamente. Sus cuellos estrechos y el material plástico blando dificultan una limpieza adecuada, permitiendo que la humedad y los restos de saliva se acumulen en grietas y fisuras invisibles.
Además, la combinación de humedad, temperatura ambiente y bacterias provenientes de la boca o las manos crea un ambiente ideal para que los microorganismos se multipliquen rápidamente en estas botellas.
Algunos estudios han encontrado que las botellas reutilizadas pueden albergar cantidades significativas de bacterias, incluyendo patógenos que pueden causar problemas gastrointestinales.
El desgaste normal, la exposición a altas temperaturas (como dejar la botella en un coche caliente o lavarla con agua muy caliente) y la luz solar pueden acelerar la liberación de componentes químicos del plástico.
Aunque las cantidades suelen ser pequeñas, con el tiempo y la exposición repetida, diferentes sustancias pueden migrar al líquido. El deterioro físico de la botella también puede generar lo mismo.
Los riesgos de reutilizar botellas de plástico
Al rellenar botellas de plástico, el riesgo más inmediato y común es el de enfermar debido a la proliferación de microorganismos.
- Infecciones Gastrointestinales: la acumulación de bacterias y, en ocasiones, hongos, puede provocar síntomas como diarrea, vómitos, dolor abdominal y malestar estomacal.
- Contaminación Cruzada: si la botella se toca con manos sucias o se expone a superficies contaminadas, los patógenos pueden transferirse fácilmente al agua y, posteriormente, al consumidor.
- Problemas Respiratorios/Inmunológicos: aunque menos común que los problemas gastrointestinales, la exposición continua a ciertos mohos o bacterias puede afectar a personas con sistemas inmunológicos comprometidos o sensibilidades respiratorias.
Aunque rellenar una botella de plástico de un solo uso una o dos veces y lavarla bien no suele representar un riesgo catastrófico, el hábito a largo plazo aumenta la probabilidad de enfrentar estos problemas de salud.






