Cuando un avión vuela a altitudes de crucero (10.000 metros o más), se somete a una gran diferencia de presión entre el interior y el exterior. Las ventanas cuadradas tienen esquinas con ángulos de 90°, que se convierten en puntos débiles donde se concentra el estrés estructural.
Con el tiempo, estas esquinas generaban microfracturas que podían expandirse, provocando fallos catastróficos en el fuselaje. De hecho, los accidentes del Comet se debieron a que la presión provocó rupturas alrededor de las ventanas cuadradas, lo que llevó a la despresurización repentina de la cabina.
La solución fue tan simple como brillante: hacer las ventanas redondeadas u ovaladas, eliminando esquinas y distribuyendo el estrés de manera más uniforme. Esta forma evita concentraciones de presión en un solo punto, lo que reduce drásticamente el riesgo de fracturas estructurales.
Ventana de avión cuadradas por qué ya no se usan más (1).jpg
Desde entonces, todos los aviones modernos utilizan ventanas con bordes curvos, un estándar de seguridad que ha permanecido sin cambios durante décadas.
Otros beneficios del diseño curvo en aviones
- Mejor distribución de presión
- Mayor durabilidad del fuselaje
- Menor fatiga estructural con el tiempo
- Estética más fluida y moderna
- Además, el diseño curvo mejora el rendimiento estructural general del avión, lo que también reduce costos de mantenimiento y aumenta la vida útil de la aeronave.