Compartir nuestra vida en redes sociales parece una actividad inofensiva, pero también adictiva. De acuerdo con la Asociación REA, este término novedoso se define como la pérdida de control y adicción a compartir todo lo que tiene que ver con nuestra vida en internet y redes sociales. La problemática del oversharing es cada vez más preocupante y afecta a muchos niños y adolescentes.
El informe realizado por REA explica que cada vez son más las personas vulneradas y en peligro en internet producto de compartir de forma publica datos de su ubicación, actividades, vida personal y social. La toma de conciencia y preparación desde temprana edad, puede influir positivamente en la seguridad cibernética, según explican expertos en psicología.
El peligro de compartir toda nuestra vida en redes sociales
Compartir nuestra vida completa en las redes sociales, como si formaramos parte de un falso reality, puede resultar adictivo y negativo para la salud y seguridad. Corremos muchos riesgos cuando mostramos abiertamente cada detalle de nuestra existencia. Pero, los riesgos más importantes y alarmantes pueden enumerarse de la siguiente forma:
- Cuando compartes tu vida públicamente en redes sociales abres una puerta a los ciberdelincuentes. Como niño o adolescente corres un importante riesgo, y como adulto también. Pueden conocer tus pasos, actividades, conductas y sitios que visitas habitualmente.
- La acción constante de estar compartiendo nuestra vida en redes sociales, genera altos niveles de ansiedad y búsqueda de aceptación y recompensa que llega por medio de un like o comentarios en redes. Se crea dependencia a las plataformas y una distorsión de la realidad y los verdaderos lazos sociales.
- Otra forma insegura de brindar información sobre tu vida, son los videojuegos, donde inocentemente cuentas cosas de tí mientras juegas con desconocidos en la red.