Estas últimas dos semanas, el nivel de las nevadas en Mendoza ha sido histórico. Se han acumulado dos o tres metros de nieve en alta montaña y hasta ha quedado aislado el departamento de Malargüe por este fenómenos climático.
Estas últimas dos semanas, el nivel de las nevadas en Mendoza ha sido histórico. Se han acumulado dos o tres metros de nieve en alta montaña y hasta ha quedado aislado el departamento de Malargüe por este fenómenos climático.
Radio Nihuil consultó con el investigador Exequiel Toum, nivólogo del Ianigla y que estudia la oferta hídrica en la Cordillera de los Andes. Explicó que, si bien la cantidad de nieve acumulada es importante y el caudal de los ríos podría acercarse a los valores históricos, esto no significa que Mendoza se recupere de los estragos de los 13 años de sequía que se han producido desde el 2010 hasta la actualidad.
También aseguró que la tendencia es a que los glaciares pierdan volumen y esto requiere entrenar a los ciudadanos en una mayor conciencia hídrica.
Toum explicó que desde el invierno de 2010 a la fecha, toda la zona de Los Andes viene experimentando una sequía sin precedentes, al menos desde 1900.
“Ante este panorama de sequía, esta nevada ha sido impactante”
Sin embargo manifestó que, el volumen de nieve caída, no equivale a cantidad de agua acumulada.
“Esta foto de dos o tres metros de nieve, no se puede traducir en dos o tres metros de agua, porque la nieve es menos densa que el agua”.
►TE PUEDE INTERESAR: El paso Cristo Redentor lleva 10 días cerrado y advirtieron por avalanchas del lado chileno
Lo que el científico explicó fue que hay que realizar mediciones específicas para saber exactamente qué de todo ese volumen de nieve va a convertirse en agua disponible durante el verano.
Para esto existen las estaciones nivométricas.
Como ejemplo, utilizó los números de la estación nivométrica Tosca, que se encuentra en la cuenca del río Mendoza, donde nace el río Tupungato.
Hasta el 22 de agosto, medía 185 milímetros de agua. En los últimos 20 años, el 60 % de los registros es menor y el 40% es mayor. Es decir, que está por encima del nivel medio.
El científico destacó que es un valor interesante, superior al "estándar", pero tampoco lo consideró “la panacea”.
El investigador explicó que en el Conicet han hecho estudios para los próximos años, debido al efecto de los cambios climáticos, y las conclusiones que se han obtenido son que van a haber menos precipitaciones en la cordillera y aumentos de la temperatura.
Esto significa que vamos a tener menos nevadas, que se va a derretir antes la nieve cuando caiga y que los glaciares se van a derretir con mayor rapidez.
►TE PUEDE INTERESAR: La nieve que cayó en Malargüe marcó un récord en casi 20 años y la temporada aún no termina
Si bien vaticinó que este año el caudal de los ríos podría acercarse a niveles históricos, aseguró que la tendencia es similar a los diez años anteriores.
Consultado acerca de si los altos niveles de nieve caída durante este inverno pueden ayudar a que los glaciares recuperen su volumen, Toum explicó que esto no va a suceder.
"Todas las proyecciones que hemos hecho en los últimos años, dan pérdidas de volumen sistemática, para todas las cuencas y todos los glaciares", respondió.
Los glaciares funcionan como una especie de caja, en invierno acumulan hielo, en verano pierden volumen. Esta diferencia entre el “debe y el haber”, en el balance anual diferencia entre lo que se acumula en invierno y lo que se derrite en verano. Medianamente podrán estar en equilibrio, pero la tendencia siempre es a pérdida, de acuerdo con lo que explicó el experto.
También dijo Toum: "Es uno de los años más calientes de la Tierra desde que hay registros. No creo que sea éste la excepción. Lo importante es ir concientizando a la gente de que no hay nevadas salvadoras, hay que saber la importancia del agua, y su cuidado porque no se vienen décadas buenas. No podemos esperar algo que no tenga evidencia científica".
Como conclusión señaló: "En esta zona hay una gran variabilidad, años buenos y malos alternados. No había pasado esta seguidilla de años de sequías".