Regar las orquídeas de manera adecuada fortalecerá las raíces y promoverá una pronta floración. Además, no está de más aclarar que el exceso de agua puede ahogar al ejemplar y causarle el repentino marchitamiento. En este sentido, profesionales de la jardinería recomiendan medir con precisión la cantidad de agua que se le va a dar para evitar encharcamiento.
Así mismo, se aconseja regar las orquídeas por la mañana para que tengan tiempo de absorber el agua durante el día mientras y para que a lo largo de la jornada se evapore el exceso de líquido (en caso de haberlo). Además, no se debe regar por las noches ya que el sustrato siempre está húmedo y las raíces podrían comenzar a pudrirse.
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Este truco permitirá hacer florecer las orquídeas antes de la primavera, sin abonos caseros ni poda.
Aquí también es fundamental recordar que las orquídeas disfrutan de ambientes húmedos, por lo que se sugiere rociar las flores de la planta o bien colocar la maceta sobre una bandeja con piedras y agua, asegurándote que la base del recipiente no esté en contacto directo con el agua.
Por otro lado, para estimular la floración, también se puede acudir a un tratamiento térmico, de acuerdo a lo que informan los mismos expertos. Puedes colocar la maceta con tu orquídea dentro de una bolsa plástica junto con una banana madura. Cerrar la bolsa herméticamente dos días para crear una atmósfera cálida y húmeda que promueva el desarrollo de flores.