Con el paso del tiempo, realizar ejercicio es ideal para mantener el cuerpo y la cabeza en forma. Aunque muchas personas recurren al pilates o a salir a caminar, hay una actividad mucho más beneficiosa en todo sentido: la natación.
Con el paso del tiempo, realizar ejercicio es ideal para mantener el cuerpo y la cabeza en forma. Aunque muchas personas recurren al pilates o a salir a caminar, hay una actividad mucho más beneficiosa en todo sentido: la natación.
Para los adultos mayores, se recomiendan actividades que promuevan la salud física, mental y social, aunque generalmente deben ser de bajo impacto para evitar problemas y lesiones.
La natación es una de las actividades más completas y accesibles para los adultos mayores. Por un lado, el agua reduce el peso corporal, lo que significa menos presión en rodillas, tobillos y caderas.
Por otro, cada brazada y patada activa los músculos sin el desgaste de un entrenamiento en seco. Incluso si tienes dolores o limitaciones, este ejercicio es ideal para ti.
Como si fuera poco, nadar en posición horizontal favorece el retorno venoso, es decir, el flujo sanguíneo que sube desde las piernas hacia el corazón. Todo esto contribuye a piernas más fuertes, menos hinchadas y más ágiles.
Si hace años que no realizas natación, el primer paso no es lanzarse al agua como Michael Phelps. Lo ideal es comenzar con sesiones cortas, suaves, y siempre con supervisión médica o de un profesional de la actividad física.
En tal caso, lo recomendable es empezar con este ejercicio entre 15 o 20 minutos dos veces por semana. A medida que el cuerpo lo permita, se puede aumentar la frecuencia y la intensidad.