Mientras que los helechos son plantas de una belleza delicada, también pueden ser muy exigentes. A menudo requieren una humedad constante, son sensibles a las corrientes de aire y no toleran bien los cambios bruscos de temperatura.
En contraste, la aspidistra es una opción mucho más robusta. Sus hojas, grandes, verdes y brillantes, no solo añaden un toque de color y vitalidad, sino que también demuestran una fortaleza excepcional frente a la adversidad.
Además, esta planta de interior no se marchita fácilmente, resiste la falta de luz y de riego, y es notablemente fuerte ante el ataque de plagas y enfermedades. Por esta razón, es una elección más segura y confiable, superando ampliamente al helecho.
aspidistra
Aspidistra, la planta que reemplaza al helecho.
En específico, los cuidados de jardinería que demanda la aspidistra son casi nulos. Por ejemplo, no necesita luz solar directa, por lo que puede crecer fácilmente a oscuras y en interiores sombríos. Aunque, un poco de luz filtrada no le vendrá mal y ayudará en la coloración de sus hojas.
Para un crecimiento óptimo, la aspidistra solo requiere un sustrato suelto con buen drenaje y el riego debe ser moderado, dejando que la tierra se seque por completo antes de hidratar, más todavía durante el invierno. En relación a esto, tolera ambientes con hasta 5 grados y el exceso de humedad.