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Supervivencia
Si se tiene en cuenta la marcada diferencia de peso y porte entre un gato y una persona, la primera explicación a por qué estas mascotas eligen dormir a los pies de las personas es para mantenerse alejados ante un posible movimiento que podría alterarlos y aplastarlos si se ubican más cerca del torso. Sin embargo, de cachorros, los gatos prefieren dormir pegados al pecho de "su humano"
Protección
Al dormir a los pies de una persona, los gatos se sienten protegidos y contenidos. Incluso, una práctica común es la de apoyar su lomo y espalda contra algo mientras descansas, y es por ello entonces que, además de acomodarse a tus piernas, se pegarán a ellos.
Despertador natural
El funcionamiento de un gato es comparable con el de un relojito suizo. Entonces, los gatos adoptarán la costumbre de despertarse todos los días a la misma hora, que es la misma en que despiertan las personas. Si en alguna oportunidad la alarma falla o la desactivamos y seguimos durmiendo, nuestro gato se encargará de que no nos quedemos dormidos.
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Pertenencia
Dentro de un hogar, todo gato encontrará su rincón favorito y a aquella persona con quien tenga mayor afinidad. Y será justamente a los pies de ella donde dormirá, incorporando este lugar y este momento a su rutina y zona de confort. También disfrutará de reposar en la falda de esa persona a quien elija como su favorita.
Territorialismo
Por último, los expertos destacan que, como personas, debemos entender que no es el gato quien está durmiendo con nosotros, sino nosotros quienes estamos durmiendo con el gato. En ese sentido, resaltan que estas mascotas son tan territorialistas que, desde su concepción, son ellos quienes están compartiendo su espacio personal con sus amos. Y lo toman como una señal de confianza y cariño.