Mantener una piel hidratada y radiante no es tarea fácil, y si a eso le sumamos el frío del invierno, mucho peor. Hoy te traemos 6 consejos prácticos para proteger tu tez de las adversidades climáticas.
Los efectos del frío, la lluvia, la nieve y el viento tienen efectos contraproducentes con nuestra piel. Por eso, es posible que en esta época notes cambios en su aspecto, como sequedad, nuevas venitas en las piernas o rojeces, debido a las bajas temperaturas.
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¡No te desesperes! Los dermatólogos están preparados con anticipación para estas eventualidades y el efecto del frío sobre la piel es un tema de frecuente consulta. Hoy te contamos cuáles son losa 6 hábitos que no pueden faltar en tu rutina para mantener la piel hidratada y bonita en invierno.
Qué le ocurre a la piel en invierno
El frío, especialmente en condiciones extremas, es dañino para la piel. Se enlentece la circulación sanguínea, la piel se deshidrata con más facilidad y ralentiza el ciclo de renovación de las células cutáneas.
Es por eso que la piel se puede ver más seca, apagada y con mayor retención de células epidérmicas muertas y más vulnerable, según afirman los dermatólogos. Esto puede provocar lesiones, como:
- Sabañones
- Eccemas
- Sequedad
- Tirantez
- Rojeces
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Por otro lado, la combinación del frío con el uso de calefacción puede afectar a las personas con psoriasis o dermatitis atópica, produciendo nuevos brotes o agravando los síntomas.
Consejos para cuidar la piel del frío y mantenerla hidratada
- Realizar duchas breves y con agua templada: las temperaturas extremas pueden afectar nuestra piel. Por eso, ni agua helada en verano, ni agua hirviendo en invierno. De la misma manera, es recomendable estar hasta 15 minutos en la ducha y evitar que caigan chorros directo sobre el cuerpo para no dañar la epidermis.
- Usar crema hidratante después de la ducha: debés procurar tener este cuidado de forma abundante y frecuente. Es recomendable aplicar cremas hidratantes con alto contenido en urea, lanolina y vaselina para reestablecer la función barrera y proteger las céculas. No te olvides de hidratar los labios.
- Beber suficiente agua: la piel hidratada también se mantiene desde el interior, realizando una adecuada ingesta de agua y de alimentos en sopas o cremas que mantienen la homeostasis corporal.
- Usar prendas de lana para evitar sabañones: estas lesiones son frecuentes durante el invierno, cuyos síntomas son inflamación, escozor, manchas rojas y ampollas. Aparecen en los dedos de las manos y pies, por el efecto de la inflamación de pequeños vasos sanguíneos en los dedos, una zona sensible a la pérdida de calor corporal. Es fundamental el uso de prendas térmicas, guantes, medias de lana y gorros.
- Evitar el contacto directo de la piel con los calefactores, estufas o calderas: la costumbre de acercar la cara, los pies y las manos muy cerca del calefactor, puede provocar la aparición de venitas por la vasodilataciòn brusca, especialmente en las piernas.
- Usar protector solar siempre: en invierno también debe ser un producto estrella, y mucho más si vas a realizar actividades al aire libre o vas a disfrutar de la nieve y la montaña. Las radiaciones ultravioletas también nos afectan en los meses fríos.
Ahora que sabés cómo proteger tu piel del frío, trata de incorporar estos hábitos saludables que te evitarán dolores de cabeza y te harán lucir radiante.






