Cuando una persona se compra ropa nueva, tiene la necesidad de estrenarla lo antes posible. Sin embargo, lo que muchos no saben es que el hecho de no meterla al lavarropas puede tener algunas consecuencias negativas con respecto al estado de salud.
La ropa nueva debe lavarse antes de ser estrenada. ¿A qué se debe?
Sucede que el lavado de la ropa nueva ofrece una gran cantidad de beneficios, como por ejemplo la eliminación de algunos residuos y gérmenes, evitando problemas en la piel y el debilitamiento de las defensas.
Por qué recomiendan lavar la ropa nueva antes de usarla
La ropa puede ser tratada con productos químicos para mejorar su durabilidad, color y resistencia a las arrugas durante su proceso de fabricación, y muchos de estos elementos pueden generar reacciones alérgicas y adversas en tu piel.
Por otro lado, y aunque no parezca, el lavado de la ropa nueva antes de usarla ayuda a mantener sus colores, textura y forma por mucho más tiempo del habitual.
Además de lo explicado, los expertos en salud recomiendan lavar la ropa nueva antes de estrenarla porque las prendas en cuestión pueden estar infestadas de polvo, suciedad y bacterias, gérmenes que pueden ser completamente perjudiciales para la salud.
Como puedes ver, el hecho de lavar la ropa nueva antes de usarla por primera vez puede disminuir el riesgo de irritaciones en la piel, alergias, enfermedades e infecciones. Además, puede ayudarte a hacer durar por más tiempo el buen estado de tus prendas.
Cómo lavar la ropa nueva y evitar todo tipo de riesgos
Para evitar este tipo de problemas y lavar la ropa recién comprada, todo lo que tienes que hacer es seguir los consejos que serán enumerados a continuación:
- Evita el suavizante en el primer lavado: aunque mejora la textura, puede dejar residuos que dificulten la eliminación completa de productos químicos.
- Lava las prendas por separado: esto es importante para evitar que los colores se mezclen o destiñan.
- Lava a temperatura alta: de esta manera, te aseguras de eliminar todo tipo de bacterias.
- Revisa la etiqueta de cuidado: así te aseguras de seguir las recomendaciones específicas de lavado y evitar daños en la prenda.
- Usa detergentes hipoalergénicos: reducen el riesgo de irritación y son más respetuosos con las pieles sensibles.