Un santuario marino protegido en una isla
Declarada área protegida por el Departamento de Recursos Naturales de Puerto Rico, la isla mantiene estrictas regulaciones para preservar su belleza natural intacta.
Tortugas marinas eligen las costas de esta isla como sitio de anidación, convirtiendo sus playas en un importante refugio para la conservación de estas especies amenazadas.
Buzos experimentados y principiantes exploran los arrecifes de coral que rodean la isla, donde la visibilidad excepcional del agua permite apreciar la vida marina en todo su esplendor.
Los guardaparques locales patrullan constantemente las aguas cristalinas para asegurar que los visitantes respeten las normas de conservación establecidas.
Científicos marinos estudian regularmente los ecosistemas únicos de la isla, documentando la diversidad de especies que prosperan en estas aguas protegidas.
La joya del sur de Puerto Rico
agua-transparente-puerto-rico.jpg
Transportes marítimos parten diariamente desde el puerto de Ponce hacia esta playa paradisíaca, permitiendo a los visitantes disfrutar de una escapada tropical única.
Senderos bien marcados conducen a los exploradores hasta el faro histórico de la isla, desde donde se aprecia una vista panorámica del mar Caribe.
Los amantes del sol encuentran en la playa Pelícano un paraíso de arena blanca y aguas turquesas, ideal para practicar esnórquel o simplemente relajarse.
Fotógrafos profesionales y aficionados capturan imágenes impresionantes de las aguas cristalinas que han convertido a esta isla en un destino famoso.
Las corrientes marinas que rodean la isla mantienen sus aguas excepcionalmente claras durante todo el año, creando condiciones perfectas para actividades acuáticas.