A la hora de elegir, muchos jardineros optan por enredaderas ya que son una opción muy bonita para embellecer cualquier espacio, además de que son útiles para disimular lo que no se quiere enseñar, o bien para vestir una pared o una valla desnuda con flores y follaje.
El helecho plumoso o espuma de mar, conocido científicamente como Asparagus setaceus, es una planta trepadora que presenta finos hilos de color verde oscuro. Crece rápidamente y puede alcanzar entre 40 centímetros a 1,5 metros de altura. Tiene forma de mata, con largos y ligeros tallos espinosos, en verano emite florecillas blancas, que dan lugar a bayas negras no comestibles.
Según los expertos de Verde es vida, el helecho plumoso requiere un sustrato fresco y con buen drenaje. Necesita un lugar luminoso aunque fuera del sol directo o en semisombra, necesita de tres a seis horas de luz solar parcial al día, pero el sol directo puede quemar sus delicadas hojas.
La planta necesita humedad, por lo que se recomienda regar cada dos días en época de calor. Sin embargo, en época de frío se debe regar de tres a cuatro veces por semana. Le sienta muy bien las pulverizaciones con agua, que además mantienen a raya a la araña roja, el pulgón y otras plagas.
En lo que respecta a la poda se debe hacer a finales del invierno o principios de la primavera. Lo ideal es suprimir al ras los tallos que tienen un aspecto seco, pelado o amarronado, que se produce por falta de humedad ambiental o de luz. Para esto tienes que utilizar una tijera para podar limpia y afilada.
El helecho plumoso es una planta que se adapta bien tanto a interiores como a exteriores, aunque se recomienda principalmente para interior por su necesidad de humedad alta y su sensibilidad a las heladas. Si se cultiva en exterior, debe estar en un clima templado y a la sombra, protegido del sol directo y de temperaturas bajas, ya que puede quemarse y no tolera el frío.