Una de las especies ornamentales y aromáticas más encantadoras en este sentido es la Lathyrus odoratus, conocida popularmente como arvejilla de olor o guisante de olor. Esta planta trepadora es famosa por sus flores delicadas, de tonos que van desde el blanco y rosa hasta el violeta intenso, y sobre todo por su aroma dulce y envolvente, que recuerda al jazmín con un toque suave y floral.
Es originaria de la región mediterránea, y es ideal para cultivar en jardines, balcones o terrazas donde reciba luz solar directa o semisombra. Se adapta muy bien al exterior y puede crecer guiada sobre rejas, pérgolas o tutores, alcanzando hasta dos metros de altura en condiciones óptimas.