Campo magnético

La NASA realiza descubrimiento sobre Argentina que no puede explicar

Algo inusual crece entre Sudamérica y África, una zona débil que complica a los satélites. La NASA no sabe cómo explicar el descubrimiento

Desde hace tiempo, la agencia espacial NASA ha estado muy atenta a un descubrimiento extraño en el campo magnético de la Tierra. Hablamos de una región gigante en el cielo que muestra una intensidad magnética mucho menor, la cual se extiende por el espacio entre Sudamérica, justo sobre Argentina, y el suroeste de África.

Este fenómeno, que no deja de crecer, inquieta a los expertos desde hace décadas, y los investigadores de la NASA son quizás quienes más lo vigilan.

Este vasto fenómeno en desarrollo se llama Anomalía del Atlántico Sur (AAS) y ya le dicen el "bache en el espacio" o la "abolladura" en el campo magnético terrestre. La última información que se tiene es que esta zona se expandió en un tamaño similar a la mitad de Europa desde 2014, mientras su fuerza magnética disminuye. Los satélites de la agencia y otras naves espaciales se vuelven especialmente frágiles debido a que el campo magnético está debilitado, lo que genera una exposición mayor a partículas cargadas que vienen del Sol.

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Si bien esta anomalía no afecta la vida que conocemos en la Tierra, el riesgo es real para las naves que orbitan, como la Estación Espacial Internacional (EEI), ya que pasan justo a través de esta zona cuando giran alrededor del planeta en órbita baja. Dentro de la anomalía, la reducción de la fuerza magnética provoca que los sistemas tecnológicos a bordo de los satélites puedan sufrir cortocircuitos o funcionar mal, especialmente si son golpeados por protones de alta energía que provienen del Sol.

Un impacto de esta clase podría generar solo fallos menores, pero existe la posibilidad de que cause una pérdida importante de datos o incluso dañe de forma permanente componentes esenciales. Estas amenazas obligan a los operadores de satélites a apagar los sistemas de sus naves antes de que entren en la zona de la anomalía. Mitigar estos riesgos en el espacio es una de las razones principales por las que la NASA hace seguimiento de la AAS.

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Descubrimiento: la zona más potente de la anomalía se ubica justo sobre Argentina.

Descubrimiento: la zona más potente de la anomalía se ubica justo sobre Argentina.

Otra razón, no menos importante, es que el misterio de la anomalía ofrece una oportunidad tremenda para investigar un fenómeno complejo y difícil de entender. Los amplios recursos y grupos de investigación de la NASA están muy bien posicionados para estudiar lo que ocurre. Terry Sabaka, un geofísico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, explicó en 2020: "El campo magnético es en realidad una superposición de campos de muchas fuentes de corriente".

La principal fuente de esto se cree que es un mar de hierro fundido que se arremolina dentro del núcleo exterior de la Tierra, a miles de kilómetros de profundidad. El movimiento de esta masa produce corrientes eléctricas que, a su vez, crean el campo magnético terrestre, pero al parecer, no lo hacen de forma uniforme. Hay una inmensa reserva de roca densa, conocida como la Provincia Africana de Gran Baja Velocidad de Cizalla, a unos $2.900$ kilómetros ($1.800$ millas) por debajo del continente africano, que podría estar perturbando la formación del campo, lo cual resultaría en el efecto dramático de debilitamiento que observamos. A esto se suma la inclinación del eje magnético del planeta.

Un nuevo descubrimiento

Los científicos aún no terminan de entender por completo la anomalía y sus implicaciones, pero las nuevas observaciones añaden información sin parar sobre este suceso tan extraño. Por ejemplo, en 2016 un estudio guiado por la heliofísica Ashley Greeley, de la NASA, reveló que la AAS se mueve lentamente, y esto lo confirmaron mediciones posteriores hechas por CubeSats en una investigación publicada en 2021. Sin embargo, el fenómeno no solo se mueve.

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Lo que es aún más notable es que la anomalía parece estar partiéndose; en 2020 los investigadores descubrieron que la AAS se dividía en dos zonas separadas, cada una de las cuales actúa como un centro distinto de intensidad magnética mínima dentro de la anomalía original. Qué implicaciones tiene esto para el futuro de la AAS es algo que todavía se desconoce. Existe evidencia que sugiere que este no es un suceso nuevo. Un descubrimiento de julio de 2020 indica que no se trata de un evento reciente y aislado, sino de algo magnético que ocurre de forma recurrente y que pudo haber afectado a la Tierra desde hace 11 millones de años.

Si esto es así, esto podría indicar que la Anomalía del Atlántico Sur no es un indicio o un precursor de la inversión del campo magnético de todo el planeta. Si bien es cierto que esto pasa, lo hace a lo largo de cientos de miles de años. Un estudio de 2024 halló que la AAS también influye en las auroras que se ven en la Tierra. Además, hace muy poco, la misión Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA), un grupo de tres satélites que trabajan juntos para mapear el campo geomagnético, reveló nuevas complejidades.

Chris Finlay, geofísico de la Universidad Técnica de Dinamarca, cuenta: "Está cambiando de manera diferente hacia África que cerca de Sudamérica". El experto notó algo particular: "Hay algo especial sucediendo en esta región que está causando que el campo se debilite de una manera más intensa". Es evidente que aún quedan preguntas enormes sin responder, pero con tanto movimiento en esta vasta rareza magnética, es muy bueno saber que la agencia espacial más poderosa del mundo está observando de cerca. Sabaka concluyó: "Aunque la AAS se mueve despacio, pasa por un cambio en su morfología, por lo que también es importante que la sigamos observando con misiones continuas. Porque eso es lo que nos ayuda a hacer modelos y predicciones".

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