Con la llegada de los primeros fríos comienza uno de los desafíos más grandes para los amantes de la jardinería: mantener verde el césped y evitar el color amarillo. Afortunadamente, una mezcla de dos populares ingredientes puede ayudarte a cumplir con el objetivo mencionado.
El césped de tu jardín puede mantenerse gracias a una efectiva mezcla
El césped se pone amarillo con el frío debido a la reducción de la actividad fotosintética y la menor absorción de nutrientes, lo que provoca la decoloración de la clorofila.
La efectiva mezcla para mantener verde el césped los 365 días del año
A nadie le agrada lidiar con un césped amarillento en el jardín. Sin embargo, existen soluciones de jardinería naturales, que incluso suelen ser recomendadas por expertos.
En este caso, la solución radica en acudir a la mezcla de dos ingredientes populares como lo son el jengibre y la canela. Con estos dos, el césped amarillo no será un problema en tu jardín.
Cada ingrediente aportará lo suyo en esta creación. La canela actúa como fungicida natural, ayudando a prevenir y combatir enfermedades fúngicas del césped.
Por su parte, el jengibre aporta potasio, vitaminas y otros nutrientes esenciales para el crecimiento y la salud del césped, además de fortalecer sus defensas naturales.
Una vez que tengas esta mezcla de dos ingredientes, deberás aplicarlo directamente a tu césped y de manera regular para evitar que el mismo se ponga amarillo.
Cómo realizar esta preparación
Para elaborar este revitalizante elixir para tu césped, solo necesitas seguir unos pocos pasos. Comienza cortando el jengibre en rodajas finas y colócalas en una olla junto con el agua.
Lleva la olla a fuego moderado, revolviendo ocasionalmente para que el jengibre libere sus propiedades. Una vez que el agua alcance el punto de ebullición, añade una pizca de canela.
Justamente, la acción antes mencionada es la que potenciará los beneficios de esta mezcla. Después de dejar reposar durante cinco minutos, deberás apagar la hornalla.
Una vez que la mezcla de jardinería se haya enfriado completamente, pásala por un colador para separar los restos sólidos del líquido. Vierte este concentrado en un recipiente pulverizador y estará listo para usar.