La ciudad de Roma es testigo de un meticuloso proceso de restauración en uno de sus monumentos más emblemáticos. La Columna de Marco Aurelio, que se eleva imponente en la Piazza Colonna frente a la residencia oficial de la primera ministra italiana, está siendo sometida a una intervención técnica para eliminar la negrura causada por el smog y el paso del tiempo. Esta iniciativa busca preservar la historia tallada en la piedra, permitiendo que los detalles originales vuelvan a ser apreciados con la claridad con la que fueron concebidos hace casi dos milenios.
Los métodos tradicionales de limpieza, que solían depender exclusivamente de cepillos pequeños y herramientas manuales suaves, han dado paso a tecnologías más sofisticadas. Un grupo de arqueólogos y restauradores está empleando haces de luz de pulso corto para tratar la superficie del monumento. Esta técnica genera ráfagas concentradas de calor que desprenden la suciedad acumulada sin dañar la estructura, un procedimiento comparable al utilizado en dermatología para tratamientos de la piel, pero aplicado aquí con fines de conservación patrimonial.
Una nueva etapa en la historia de la conservación
La estructura, erigida entre los años 180 y 193 d.C., está compuesta por mármol blanco de Carrara y alcanza una altura considerable de casi 47 metros. Durante décadas, la contaminación ambiental había oscurecido el material hasta dejarlo prácticamente negro. Según los expertos a cargo del proyecto, liderados por Marta Baumgartner, el estado de conservación era preocupante antes de comenzar esta intervención, la primera de gran envergadura desde la década de 1980. El uso del láser permite avanzar con mayor rapidez que las técnicas antiguas, garantizando al mismo tiempo un respeto absoluto por la integridad de la obra de arte.
El monumento narra las campañas militares del emperador a través de un relieve en espiral que rodea el fuste 23 veces. Más de 2.000 figuras detalladas componen esta obra, mostrando escenas dramáticas de guerra, soldados, caballos, prisioneros y deidades. La precisión artística es tal que funciona casi como una secuencia cinematográfica en piedra, ofreciendo una visión cruda y realista de los conflictos bélicos de la época imperial y proporcionando datos valiosos sobre el ejército romano.
Técnicas complementarias y financiación
Para asegurar la legibilidad de la narración visual desde el suelo, los artesanos originales esculpieron las figuras de la parte superior con un tamaño mayor que las de la base, guiando así la vista del espectador a través del relato. Además de la alta tecnología, el equipo complementa la labor con métodos convencionales como esponjas, agua y envolturas químicas, así como espátulas para rellenar huecos con yeso. Se espera que los trabajos, que tienen un coste aproximado de 2,3 millones de dólares financiados con fondos europeos, concluyan durante la primavera.
Aunque la columna fue concebida para honrar a Marco Aurelio, la estatua que corona la cima actualmente corresponde a San Pablo, colocada allí por orden del Papa Sixto V en 1589. La restauración integral también incluye la renovación de la escalera de caracol interior, que permite el ascenso hasta la parte más alta. Una vez finalizadas las tareas, el monumento ofrecerá nuevamente sus vistas panorámicas de la ciudad, luciendo su superficie renovada tras la eliminación de las capas de suciedad.






