La Fiscalía determinó que, pese a los "reiterados" relatos de la madre de la niña, el abuso sexual que atribuyó al ex esposo y al hermano no ocurrió
La Fiscalía de Delitos Sexuales investigó y archivó las denuncias de abuso sexual contra el padre y el tío de una niña, señalada como víctima por la madre.
La Unidad Fiscal de Delitos Sexuales archivó esta semana, por inexistencia de delito, dos denuncias de abuso sexual contra el padre y el tío de una niña.
Las acusaciones judiciales por abuso sexual habían sido presentadas en 2024 por la madre de la menor de edad y ex esposa y ex cuñada de los hombres.
Las identidades de los protagonistas de estas investigaciones judiciales se mantienen en reserva por tratarse de hechos de instancia privada. Se cuenta el caso por la gravedad de las consecuencias padecidas por los denunciados y la menor de edad.
La decisión de archivar las denuncias contra el padre y el tío de la niña -ambos hermanos entre sí- la tomó la fiscal jefa Daniela Chaler cuando intervino en consulta a pedido del fiscal investigador.
Fue tras analizar las declaraciones testimoniales de una maestra de la niña y de psicólogos particulares y del Cuerpo Médico Forense, quienes no detectaron indicios de abuso sexual, en franca contradicción con el relato de la madre y denunciante.
El padre y el tío de la menor de edad ni siquiera fueron imputados, pero el hecho de haber sido denunciados interrumpió el vínculo filial, cuya recuperación ha sido tramitada en la Justicia de Familia.
La fiscal jefa Daniela Chaler manifestó en el documento judicial que acredita el archivo de las denuncias por abuso sexual, que la denunciante expuso, relató y les atribuyó, en varias oportunidades, "transgresiones sexuales" contra su hija que atribuyó al ex esposo y al ex cuñado.
"Lo cierto -dijo la magistrada- es que de la prueba producida durante la presente investigación no surge ningún elemento probatorio que acredite prima facie la ocurrencia de las mismas".
Las denuncias judiciales por abuso sexual complicaron seriamente al tío de la niña y más tarde al padre, quienes estuvieron bajo sospecha judicial y pública desde 2024.
Desde entonces, ambos tienen prohibición judicial de acercarse a la niña, a quien no han vuelto a verla.
Llamativamente, durante la investigación, ni siquiera la psicóloga particular de la niña avaló los relatos de la madre- denunciante cuando fue llamada a declarar.
"La profesional manifestó que la menor de edad no hizo referencia a ninguna situación de abuso sexual, sino que sólo refirió situaciones de violencia en las que padre se enojaba mucho. Tampoco hacía referencia a su tío", dijo la fiscal jefa Daniela Chaler entre las consideraciones que determinaron el archivo de estas dos denuncias por abuso sexual.