Una nueva modalidad para hackear cuentas bancarias y dejarlas vacías se está repitiendo desde hace semanas. De qué se trata estafa del espejo roto
Atención. Si encontrás el espejo roto de tu auto cuando lo dejaste estacionado, puede ser el comienzo de una estafa.
Una nueva forma de estafa está hackeando las cuentas bancarias de miles de argentinos. Se la conoce como la estafa del espejo roto que convierte un "accidente" en un hackeo.
De esta manera la tranquilidad de los conductores se ve alterada cuando dejan su auto estacionado en cualquier lugar y, al volver, encuentran dos cosas: un espejo roto y una nota con el autor del daño que ofrece hacerse cargo, diciendo que tiene seguro.
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Lo que parece en principio un accidente común seguido de un acto de buena fe se trata de un engaño tan sutil como efectivo. Comienza con el espejo retrovisor roto y termina vaciando cuentas bancarias.
La trampa puede desarrollarse en cualquier escenario cotidiano de cualquier ciudad argentina donde se pueda estacionar un automóvil en la vía pública. El propietario, al regresar, se encuentra con la desagradable sorpresa de un espejo dañado y una nota aparentemente tranquilizadora. Este papel es el anzuelo para iniciar una cadena de eventos que desembocará en un robo elaborado.
La voz de alerta sobre esta modalidad de estafa fue dada por la Asociación de Productores de Seguros. Tras corroborar varios casos con un patrón similar, decidieron hacer pública la información para prevenir a la población. Su llamado de atención subraya la importancia de mantenerse atentos ante situaciones que, a primera vista, podrían parecer simples accidentes de tránsito.
Además, el relato de una de las víctimas, difundido a través de un audio de WhatsApp que se hizo viral, describe el modus operandi de estos estafadores. "Les quiero contar que a una amiga mía le rompieron el vidriecito retrovisor del auto. Y le dejaron un papelito en el que decía 'llámame, disculpa, tengo seguro, me hago cargo'", narró la mujer, exponiendo el inicio de lo que parecía ser un gesto de responsabilidad.
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No obstante, la historia toma un giro inesperado cuando la víctima, siguiendo las instrucciones del supuesto responsable, termina compartiendo información personal crucial. Entonces, lo que parecía ser un trámite rutinario con una compañía de seguros resultó ser la puerta de entrada para que los delincuentes accedieran a su cuenta bancaria.
El número de teléfono proporcionado en la nota por el victimario conduce a un enlace malicioso que permite a los estafadores infiltrarse en el dispositivo de la víctima. Generalmente le indica que de esa manera accederá, a través del enlace a un código, a la empresa de seguros para tramitar el cobro del daño recibido. Quien ingresa el código -sin saberlo- está dando entrada a un hackeo a cuentas bancarias o billeteras virtuales.
En el caso mencionado a modo de ejemplo, los cibercriminales solicitaron un préstamo por 7,5 millones de pesos y lo transfirieron a una cuenta de Mercado Pago, dejando a la propietaria del vehículo en una situación financiera devastadora.
La expansión de esta modalidad delictiva por Argentina ha llevado a las autoridades y a las compañías de seguros a emitir recomendaciones claras. Por caso se insta a los conductores a estar alerta ante cualquier daño inexplicable en sus vehículos, especialmente en los espejos retrovisores. Ante la duda, aconsejan contactar directamente con la propia compañía de seguros y evitar cualquier comunicación con números desconocidos dejados en notas.