La estación de tren internacional de St. Pancras se ubica en el norte de Londres, en el distrito de Camden. Es imposible no verla, ya que sus ladrillos rojos y su imponente torre del reloj se destaca entre los edificios de la ciudad.
St. Pancras es considerada como una de las más elegantes del mundo. Fue diseñada por William Henry Barlow y construida por la Midland Railway Company, que impregnó la estación de momentos góticos en toda su extensión. En su momento sirvió como línea principal de entrada a Londres desde las ciudades vecinas.
La estación fue construida en 1868, como una gótica victoriana admirada. No obstante, un siglo después de su construcción, British Railways quiso demolerla y reutilizar el terreno. En ese momento intervino un poeta que amaba la arquitectura victoriana.
Sir John Betjeman, qué más adelante se convirtió en uno de los poetas laureados más populares del Reino Unido, encabezó con éxito una campaña para salvar St. Pancras y plantó la semilla de una estación de tren de talla mundial que compondría el corazón de un barrio en auge.
En la actualidad, en el entresuelo de la estación, lejos de las hordas de viajeros que esperan los trenes a Loughborough, Luton, París o Ámsterdam, una estatua de Betjeman sostiene su sombrero y contempla el espectacular techo abovedado. Alrededor de los pies hay una inscripción que reza: "Quien salvó esta gloriosa estación".