Fue hace más de 45 años que se construyó el por entonces estadio Ciudad de Mendoza, hoy Estadio Malvinas Argentinas, con vistas al Mundial de Fútbol de 1978. Y ahora planifican repetir la experiencia mundialista, pero para ello deberá ser reformado y responder así con las exigencias de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA). Esta primera etapa del proceso de remodelación del Mundialista se concentra en rescatar la originalidad del proyecto arquitectónico para responder a las demandas actuales de un evento internacional de estas características.
Fueron a buscar al arquitecto que creó el estadio Malvinas en los '70 para pedirle consejos
Es por ello que ya hay pautada para este viernes una visita de expertos que trabajan en el estudio del eximio arquitecto y proyectista Justo “Jujo” Solsona, quien en la década del '70 integró el equipo con el uruguayo Rafael Viñoly para la construcción del estadio mendocino. Viñoly -fallecido en marzo pasado en Nueva York a los 79 años- trabajó junto a Solsona, Flora Manteola, Josefina Santos y Javier Sánchez Gómez en proyectos arquitectónicos de envergadura para nuestro país. Entre ellos, el estadio Malvinas Argentinas.
A sus casi 92 años -los cumple el 29 de agosto-, Solsona es quizás el más famoso de los arquitectos argentinos en ejercicio de la profesión. Y de su Estudio MSGSSS arribarán a Mendoza en estos días para recorrer una de las obras icónicas de la provincia que él mismo proyectó. Esta visita surge tras la reunión que Solsona mantuvo en su estudio en Buenos Aires con el ministro de Infraestructura de Mendoza, Mario Isgro.
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Mendoza quiere ser subsede del Mundial 2030
Así las cosas, Mendoza se prepara como una de las subsedes que tendrá la postulación de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay para la Copa Mundial FIFA 2030, la que se realizará luego de la próxima cita, en el año 2026, organizada en conjunto por Estados Unidos, México y Canadá.
Y lo primero en que se piensa el Gobierno de Mendoza es en mantener a la provincia en la predilección para el desarrollo de eventos internacionales, brindando servicios que estén a la altura de las circunstancias, sea de hotelería, gastronomía o conectividad aérea.
No obstante, los inicios para lograr el cometido indican empezar por amoldar las instalaciones del Estadio Malvinas a los requerimientos técnicos de la FIFA para jugar aquí una Copa del Mundo, tal como ocurrió en 1978. Entonces, las áreas de Deportes y de Infraestructura de la Provincia se unen para trabajar en este sentido, con una mirada a futuro para planificar la misión y poder alcanzarla.
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“Estamos haciendo una primera consulta con quienes fueron los autores del proyecto de los '70, vienen el viernes a sabiendas de que no están contratados aún; esto es una evaluación para ver cómo logramos las 40 mil butacas techadas que necesita el estadio para aspirar a ser sede”, confirmó Mario Isgro.
En sus condiciones edilicias actuales, el estadio Malvinas tiene capacidad para 41.500 personas, pero no todas sentadas. Con lo cual tendrá que prestarse a obras de remodelación para contar con 40.000 espectadores sentados y bajo techo, tal como exige la FIFA.
El funcionario remarcó: “Es un camino para lograr calificar para el Mundial 2030, supone trabajar desde ahora, con planificación y objetivos claros”. Y detalló sobre esos objetivos: “Cuando empezás a equipar con butacas, las tribunas norte y sur empiezan a rendir menos, por eso requiere una ampliación. Y además, esas butacas tienen que estar techadas”.
El estadio mendocino está considerado una de las obras arquitectónicas más emblemáticas del país, de ahí la necesidad de no romper con su originalidad a la hora de hacer esta ampliación. “Por sus características, es una obra muy importante para la Argentina; pasa desapercibido, está enterrado, se usó un pozo donde antes funcionaba el autódromo para construir el estadio, en lugar de hacer un proyecto emergente y más vistoso”, aportó Mario Isgro, quien definió el lugar como “muy funcional” para eventos de relevancia, gracias a sus accesos, los ingresos y el breve tiempo de evacuación que permite su diseño edilicio.
Una de las ideas primarias que están evaluando para la refuncionalización del estadio es “deprimir el campo de manera de lograr butacas en la base y también en el aro superior de las tribunas agregar unas líneas de butacas más”, anticipó Isgro. Y advirtió que con esta obra buscarán “simpleza en lo constructivo y no cambiarle la esencia proyectual al estadio”.
Isgro, en su profesión de arquitecto y urbanista, conocía este estudio desde 2002, cuando participó en la Bienal de Arquitectura de Chile, en un concurso para hacer la Ciudad Judicial de Santiago. “Yo participé con otro equipo pero ahí conocí a Solsona; ahora con este proyecto nos pareció lo correcto acercarnos a él y a su equipo de arquitectos, ya que es el estudio autor del estadio y es contemporáneo, están vivos”.
Por su parte, el subsecretario de Deportes Federico Chiapetta detalló: “Queremos escucharlos, que nos asesore un estudio con esa experiencia no sólo en diseños originarios sino en muchos estadios del país donde siempre han intervenido para construir o remodelar. A ello se le añade que fueron los creadores de nuestro estadio”.
“Queremos hacerles propuestas desde la gestión para que nos asesoren. Estamos en esa primera etapa. Ellos están para escuchar nuestras necesidades para que el estadio sea considerado en el Mundial, todo rediseñado para un buen funcionamiento, más allá del diseño que puede ser hermoso pero que debe ser funcional”, explicó el subsecretario de Deportes.
Lo que reforzó el ministro Isgro es que “la intención es que trabajemos en conjunto, el equipo de Solsona o el que luego quede seleccionado con la Dirección de Arquitectura de la provincia”.
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