"Debido al descubrimiento muy reciente de la nueva cepa B.1.1.529 (Ómicron) de coronavirus, los datos disponibles en este momento son limitados", dijo un portavoz de la Universidad de Oxford.
La nueva variante preocupa a los científicos porque podría propagarse más fácilmente y podría evadir la protección de las vacunas disponibles.
El Reino Unido ya detectó 14 casos de la variante Ómicron, incluidos nueve en Escocia, algunos de los cuales no tienen vínculos con viajes, lo que hace temer a las autoridades de que la mutación ya circule de manera comunitaria.
Reino Unido impuso nuevamente restricciones como el uso de barbijos obligatorios nuevamente en transporte público y tiendas, PCR para las persona que arriben al Reino Unido y cuarentena en hoteles a un costo de 2.250 libras para quienes arriben desde los países de su lista roja.
En tanto, el Gobierno británico canceló todos los vuelos al sur de África.
Se insta a los británicos a reducir la cantidad de tiempo que pasan socializando, y los funcionarios de salud advierten que este cambio podría ayudar a limitar la rapidez con la que puede propagarse la nueva variante Ómicron.
Jenny Harries, directora de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, dijo a la radio de BBC que la gente debería considerar cambiar sus "comportamientos invernales" y "no socializar cuando no lo necesitemos especialmente".
Su consejo fue respaldado por el profesor Adam Finn, miembro del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI), quien luego dijo a Sky News que las próximas semanas deberían considerarse “un momento para que las personas se queden en casa y eviten el contacto con los demás”.