Según la opinión de los veterinarios, los perros se adaptan rápido a los horarios. Una rutina ordenada contribuye a establecer un ritmo que favorece la producción de enzimas digestivas y evita problemas gastrointestinales.
No existe un horario fijo que sea el mejor para darle comida al perro porque depende en gran medida del estilo de vida de los dueños. Pero los expertos de Purina, revelan que la clave está en establecer una rutina y cumplir el horario de forma estricta.
Seguir un horario al pie de la letra evita que tu mascota pase hambre o coma raciones desproporcionadas. Lo único que tienes que hacer es establecer un plan puntual de cuántas veces debe comer un perro diariamente.
Una rutina ordenada mantiene mantiene su sistema digestivo funcionando regularmente y hace más predecibles sus necesidades fisiológicas.
En lo que respecta al horario, depende de cada familia. En algunos hogares cenan a las 10 p.m., mientras que en otros a las 7:30 p.m. No hay una opción mejor que otra, pero es importante que coma todos los días a la misma hora.
Otro detalle sobre la alimentación de un perro es dividir una ración diaria en dos comidas. Una por la mañana, que no sea demasiado temprano, y otra al final de la tarde, mucho antes de que sea el horario de dormir.