Los investigadores revisaron información médica de estudios hechos en Australia, Egipto, Canadá, Francia, Suecia y Estados Unidos entre 2016 y 2023. Aunque estos trabajos no preguntaron exactamente cómo consumían cannabis los participantes, Jouanjus cree que "basándose en datos epidemiológicos, es probable que el cannabis se fumara en la gran mayoría de los casos".
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Fumar marihuana es igual de peligroso que fumar tabaco, según el estudio.
Acá viene lo que muchos no quieren oír. Beth Cohen, profesora de medicina en la Universidad de California, San Francisco, lo dice clarito: "Cuando quemas algo, ya sea tabaco o cannabis, se crean compuestos tóxicos, carcinógenos y partículas que dañan la salud". Eso de que fumar marihuana es más sano porque es "natural" no funciona así.
Pero el tema va más allá de fumar directamente. Silver explica que da igual cómo inhales cannabis: siempre va a tener riesgos. Y encima está el humo de segunda mano, que es parecido al del tabaco. Esto incluye vapear, fumar común y corriente, y el dabbing, que es vaporizar cannabis súper concentrado.
Los comestibles tampoco son seguros
Si pensabas que los comestibles eran la salida fácil, te tengo malas noticias. Un estudio de mayo de 2025 encontró que las personas que comían productos con tetrahidrocannabinol (THC) mostraron problemas cardiovasculares parecidos a los que fuman tabaco.
La doctora Leila Mohammadi, investigadora en cardiología de la Universidad de California, San Francisco, se encontró con números que asustan: "La función vascular se redujo 42% en fumadores de marihuana y 56% en usuarios de comestibles con THC comparado con no usuarios". Más daño que fumar, imaginate.
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El descubrimiento determinó que comer marihuana es igual de peligroso.
Pero acá viene otro problema: la marihuana de ahora no es la misma de antes. Silver lo cuenta así: "Lo que se vende hoy en California es 5 a 10 veces más fuerte que en los años 70". Los concentrados pueden ser 99% THC puro, los vaporizadores pasan el 80% de THC. Esto no es joda: un estudio de julio de 2022 mostró que consumir cannabis súper potente aumenta cuatro veces el riesgo de volverse adicto.
En Estados Unidos, 3 de cada 10 personas que usan marihuana desarrollan lo que llaman trastorno por uso de cannabis. Silver no se anda con vueltas: "El cannabis más potente hace que la gente se vuelva más adicta, que tenga más chances de desarrollar psicosis, de ver y escuchar cosas que no existen, o esquizofrenia".