Existen miles de especies de pájaros en el mundo, cada una con características que la hacen especial. Sin embargo, hay una ave en América Latina que ha captado la atención de expertos y observadores por una habilidad que parece desafiar las leyes del vuelo.
Se trata de un ave diminuta, veloz y sorprendentemente ágil, capaz de moverse hacia atrás en pleno vuelo, algo que ningún otro pájaro puede hacer. Este comportamiento tan inusual lo convierte en una maravilla de la naturaleza única en el mundo. Habita en América Latina y su presencia está estrechamente ligada a ecosistemas ricos en flores, de las que obtiene su alimento.
El único pájaro del mundo que vuela hacia atrás es de América Latina: es hermoso y conocido
Según World Atlas se trata del colibrí, también conocido como picaflor o chupaflor en distintos países. Este pequeño pájaro vive en toda América, especialmente en regiones tropicales y subtropicales de América Latina, desde México hasta el sur de Argentina y Chile.
Gracias al rápido batir de sus alas en forma de “8”, puede realizar movimientos imposibles para otras aves. Esta habilidad le permite alimentarse del néctar de las flores con una precisión milimétrica y mantenerse suspendido como si flotara. Esta habilidad que posee este pájaro único en el mundo no solo es fascinante desde el punto de vista biológico, sino que también es esencial para su supervivencia.
¿Cómo es este pájaro de América Latina?
Algunas características del colibrí son:
- Este pájaro de tamaño diminuto, algunas especies miden menos de 10 cm.
- Sus plumas tienen tonos metálicos y brillantes, con colores que varían entre verdes, azules y rojizos.
- Su lengua es larga y bifurcada, perfecta para extraer néctar.
- Puede mover sus alas hasta 80 veces por segundo.
- Su metabolismo es tan acelerado que necesita alimentarse cada 10 o 15 minutos
- Su corazón puede latir más de 1.200 veces por minuto durante el vuelo.
- Tiene una memoria sorprendente, capaz de recordar qué flores ha visitado y en qué momento.
- Pese a su tamaño, puede migrar grandes distancias, como el colibrí garganta rubí, que cruza el golfo de México sin detenerse.