La cocina es algo en lo que cada vez más personas se animan a incursionar, lamentablemente no todos saben, y no solo lo "padecen" los comenzales, sino también los utencilios, como pueden serlas ollas. Para su suerte, existe un truco oculto que puede revivir incluso las ollas más desgastadas y quemadas, devolviéndoles su brillo original y con ello su utilidad.
A pesar de que algunos son un poco más tercos y siguen usando la olla quemada, a otros les interesa tratar de recuperarlas y que queden impecables. Con un truco muy sencillo y hasta económico, uno puede lograrlo con solo dos ingredientes.
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Qué necesito para el truco de recuperar mi olla quemada
El truco mágico involucra dos ingredientes comunes que se encuentran en casi todos los hogares: bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Estos productos verdaderamente simples son muy efectivos y pueden hacer maravillas en la restauración de tu olla quemada.
Primero debemos comenzar cubriendo el fondo de la olla con una capa de bicarbonato de sodio. Luego, hay que agregarle suficiente vinagre blanco para que el bicarbonato de sodio forme una pasta, y ahí hay que esta mezcla actúe durante unas horas o incluso toda la noche.
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Una vez que la mezcla ha tenido tiempo suficiente para trabajar su magia, toma una esponja o un cepillo de cerdas suaves y frota suavemente el interior de la olla. Poco a poco vas a notar cómo los restos quemados comienzan a desprenderse.
Si encontras áreas que se tornan problemáticas, podes hacer una pasta más espesa de bicarbonato de sodio y vinagre y aplicarla directamente sobre esas zonas antes de frotar.
Después hay que enjuagar bien la olla con agua caliente para eliminar cualquier residuo de bicarbonato de sodio o vinagre.