La cuenca de este río, que cubre cerca de 2.600.000 km², abarca una gran variedad de paisajes y ecosistemas, siendo clave para la agricultura, el transporte fluvial, la pesca y la generación de energía hidroeléctrica. Millones de personas dependen de sus aguas en la vida cotidiana y en la economía regional.
Una de sus zonas más emblemáticas es el Delta del Paraná, uno de los deltas fluviales más grandes y biodiversos del mundo. Este ecosistema, formado por islas, humedales y canales, no solo ofrece un paisaje natural impresionante, sino que también actúa como refugio de vida silvestre y destino turístico para quienes buscan naturaleza y tranquilidad cerca de Buenos Aires.
A pesar de no contar con la fama internacional del Río de la Plata, el Paraná es un verdadero gigante fluvial que desempeña un rol vital en la vida, la economía y el ambiente de Argentina y de América del Sur.