Según Banco Interamericano de Desarrollo, actualmente, más de 70% del agua potable es agua desalinizada e Israel se ha convertido en un exportador de agua a países vecinos. Este proceso (la desalinización del agua) significa quitarle la sal y otros minerales disueltos al agua de mar (o al agua salobre) para convertirla en agua potable o agua útil para la agricultura y la industria.
Además de la desalinización, para el desarrollo de su agricultura y ganadería, Israel ha implementado un modelo de gestión hídrica circular, que incluye la reutilización de aguas residuales y técnicas avanzadas de riego, como el riego por goteo. Estas estrategias han permitido al país superar desafíos relacionados con la escasez de agua y convertirse en un referente mundial en tecnología hídrica.
Esta tecnología hídrica en el mundo
Oriente Medio es una de las regiones del mundo con una grave escasez de agua, donde el clima es cálido, las precipitaciones escasas y la tierra árida, pero los recursos petroleros locales son abundantes y la economía es fuerte, por lo que existe una necesidad urgente para tecnología y dispositivos de desalinización.
En la actualidad, la industria y los dispositivos de desalinización han cubierto más de 150 países y regiones del mundo, como:
- Arabia Saudita
- Omán
- Emiratos Árabes Unidos
- España
- Chipre
- Malta
- Gibraltar
- Cabo Verde
- Portugal
- Grecia
- Italia
- India
- China
- Japón