Dado su carácter africano, los profesionales sostienen que la sansevieria es una planta amante del pleno sol pero nunca directo. En consecuencia, necesitará rayos de sol indirectos para estimular la intensidad de la coloración de sus hojas. Por lo tanto, la maceta con la lengua de suegra debe estar siempre detrás de una ventana, para que el cristal filtre la fuerza de los rayos de sol y no impacten de lleno en el ejemplar. Caso contrario, se marchitará.
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La sansevieria necesita luz solar indirecta.
Además, si cambiamos la maceta de lugar constantemente, priorizando la decoración y no la completa iluminación que exige, no marchitaremos la lengua de suegra, pero si afectaremos su crecimiento. Esta planta es de desarrollo lento y si no le aseguramos muchas horas de iluminación, solamente crecerán dos o tres hojas por temporada.
Por otro lado, también debemos considerar la temperatura de la sala donde tenemos la lengua de suegra. Esta especie admite ambientes cálidos de interior, aunque lo ideal es que durante el invierno la mantengamos en lugares en torno a los 15 grados.