"Respecto a todo lo que ocurrió en la finca hay un secreto profesional, por lo que no podemos dar muchos datos por ahora. Todo lo que progresemos en esto requiere la presencia de la abogada de la institución”, continuó Herrera. "Sí podemos anticipar que estamos en el tema y que este jueves llamamos al señor Urbano Lamas para ponernos a disposición suya y de su mujer, porque aquí también hubo violencia de género contra la esposa”, resumió.
"Sí, me dijo que era un boliviano de mierda y un muerto de hambre”, confirmó Lamas a este diario. "Pero lo único que hice fue pedirle mi dinero, que yo estimo ronda los $2 millones por todo lo que me corresponde y no me ha dado de la cosecha. La última vez que me había pagado fue hace unos cinco meses y siempre lo hacía con cheques a largo plazo. Nunca me quejé de nada”.
El trabajador, nacido en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, pero llegado desde muy joven a Mendoza, cuenta además que en el último tiempo lo obligaron a firmar un papel en el que accedía a cobrar menos dinero del que se le adeudaba, pero que “no le dieron opción” y decidió acceder para darle de comer a su familia. “¿Cómo hacía si decía que no? Yo tengo ocho hijos, somos diez en casa”, resume.
Cómo sigue el caso
En estos días la causa derivó en la imputación de José Sánchez tras un pedido de la fiscal Mercedes Moya. A Urbano Lamas aún no lo citan a declarar, pero una abogada ya se contactó con él para tomar el caso y además recibió los llamados de distintos organismos para continuar analizando lo ocurrido y ver qué tipo de asistencias puede necesitar la familia.
Desde la comunidad boliviana de Mendoza afirman que esto es moneda corriente para quienes trabajan en las fincas de la provincia, y que por eso es bueno que se haya visibilizado a partir de lo ocurrido. “Pasa todo el tiempo, pero nunca se denuncia nada. Está la explotación, está el maltrato y encima de todo está la inseguridad que sufren, porque ya los tienen apuntados y cuando saben que levantan la cosecha, van y les roban. Hasta eso hay que soportar”, dijo Eliana Vidal, representante de ese colectivo.
Paralelamente habrá un expediente en el ámbito laboral, pero Lamas afirma que tiene pocas expectativas de un fallo favorable en ese aspecto y tampoco cree volver a tener diálogo con su ex empleador. “Con el señor Sánchez nunca más volví a hablar. Lo que pasó es lo que se ve en las imágenes que ya todos han observado. Luego de eso, él y los suyos se van y nosotros nos quedamos asistiendo a mi hijo, que por ahora se está recuperando. Ahora ya estoy trabajando en otra chacra que me invitaron, porque a ese lugar no puedo volver, y espero a que me llamen para saber cómo continuará todo esto”.