"Les hacían trabajar 18 horas por día, y les daban de comer comida vencida. Vivieron un infierno", explicó Cuevas, al programa La Tarde, de Radio Dos. Después de cuatro meses de angustia y desesperación, lograron escapar de noche cuando el sereno dormía, junto con otras seis personas.
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Imagen ilustrativa de un frigorífico. Imagen de Freepik.
"Fueron al consulado, y a través de una fundación lograron volver. Hoy estamos con ellos dándoles contención y asesoramiento ya que volvieron con un daño psicológico y emocional muy grande", comentó el subsecretario de DDHH.
Un grupo de argentinos en cautiverio
Según comentó Cuevas a Infobae, viajaron un total de 17 argentinos de distintas edades a Polonia. Entre los que fueron reclutados para trabajar en el frigorífico porcino estaba el matrimonio de Corrientes, quienes lograron escapar junto con otros cuatro compañeros. Por el momento, se desconoce el paradero de los 11 argentinos restantes.
El subsecretario de DDHH advirtió que era importante conocer los hechos, para que otras personas no caigan en situaciones similares.
"Este es un matrimonio de 50 años que por ser personas grandes le mandaron a un frigorífico. Pero también fueron desde Ezeiza con 15 personas más. Había chicas jóvenes”, explicó Cuevas y aseguró que probablemente “sean esclavizadas en algún prostíbulo”.