Ciencia para todos

El científico mendocino detrás del hallazgo del huevo de dinosaurio que se vio por streaming

Mauricio Cerroni es científico mendocino que participó de la expedición del CONICET que descubrió un huevo fosilizado en Río Negro y lo mostró en todo el país

El hallazgo de un huevo fosilizado de dinosaurio en Río Negro fue una noticia que recorrió hace pocos días el país. Entre los científicos que participaron de la expedición del Conicet estuvo el científico mendocino Mauricio Cerroni, paleontólogo que desde hace casi dos décadas vive en La Plata y trabaja en el estudio de vertebrados fósiles.

Más allá del descubrimiento, Cerroni integra un grupo que busca acercar la ciencia a la gente: transmiten sus excavaciones en vivo, responden preguntas del público y transforman la investigación paleontológica en una experiencia colectiva.

Mauricio Cerroni
Mauricio Cerroni, el científico mendocino que participó de la expedición al salitral Ojo de Agua, en Río Negro.

Mauricio Cerroni, el científico mendocino que participó de la expedición al salitral Ojo de Agua, en Río Negro.

El sitio donde ocurrió el hallazgo, Salitral Ojo de Agua, en el sur de General Roca, es un terreno árido y ventoso donde Cerroni y sus colegas trabajan desde hace casi 10 años.

Allí, el equipo encontró un huevo fosilizado en perfecto estado, que podría pertenecer a un dinosaurio carnívoro. Pero lo verdaderamente novedoso fue que el proceso -desde la preparación del terreno hasta la excavación final- fue transmitido en directo por streaming durante 5 días consecutivos, marcando un antes y un después en la forma de comunicar la ciencia en Argentina.

Estudiar a los dinosaurios, un juego de niños que se hizo realidad

“De chico me encantaban los animales prehistóricos, los documentales y las revistas de dinosaurios. Cuando descubrí que podía dedicarme a eso de verdad, no lo dudé”, cuenta Mauricio Cerroni.

Su curiosidad lo llevó a estudiar Biología con orientación en Paleontología en la Universidad Nacional de La Plata, donde también obtuvo su doctorado en Ciencias Naturales. Hace casi 2 décadas que vive allí, aunque mantiene intacto su vínculo con Mendoza, donde aún vive parte de su familia.

En su provincia natal, sin embargo, la paleontología no tiene un recorrido institucional. “En Mendoza no existe la carrera de Paleontología, y eso hace que haya muy pocos profesionales dedicados al área. Es una lástima, porque el potencial fósil de la provincia es enorme”, explica.

Cita como ejemplos los yacimientos de Malargüe, Potrerillos y San Rafael, donde se hallaron restos de dinosaurios, reptiles y mamíferos prehistóricos. “Sería muy importante crear una carrera específica o una orientación universitaria para aprovechar ese patrimonio”, agrega.

Un huevo de 70 millones de años que revela secretos del pasado

Si bien no fue el único hallazgo que realizó el equipo, "la estrella" de la expedición Cretácica I fue el huevo fosilizado de dinosaurio que podría llegar a tener unos 70 millones de años, y pertenecer al periodo cretácico tardío, aunque deben estudiarlo para más precisiones.

Huevo fosilizado de dinosaurio
El huevo hallado por los científicos del Conicet podría pertenecer a un dinosaurio carnívoro y tener aproximadamente, 70 millones de años.

El huevo hallado por los científicos del Conicet podría pertenecer a un dinosaurio carnívoro y tener aproximadamente, 70 millones de años.

Según explicó el paleontólogo, es muy probablemente de un dinosaurio carnívoro, lo que se puede inferir por el contraste con los huevos de los dinosaurios herbívoros, que son más grandes, con cáscara gruesa y ornamentada.

Este huevo tiene una forma más ovalada, con cáscara fina y ornamentación mínima, características propias de los carnívoros de esa época.

Mauricio Cerroni explicó que el siguiente paso será analizarlo con tomografía, una técnica no destructiva que permite observar el interior del fósil, y si se encuentra un embrión, los científicos podrían determinar con mayor precisión a qué especie pertenecía y obtener información inédita sobre su desarrollo.

El hallazgo se dio junto a un nido con varios huevos más, aunque ninguno estaba tan bien preservado como este, lo que lo convierte en un ejemplar excepcional y un testimonio único de la vida prehistórica de la región.

La nueva tendencia de mostrar a la ciencia en vivo

La expedición de este año incluyó una experiencia pionera: la primera transmisión en vivo de una excavación paleontológica en Argentina. Cerroni integra el Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV), un grupo que combina investigación científica con divulgación.

La idea del streaming surgió casi por casualidad: “Llevamos una antena para mejorar la comunicación, y alguien propuso transmitir. Empezamos a organizarlo con el Conicet y salió mejor de lo que esperábamos”.

Durante cinco días, transmitieron 3 horas diarias -en 2 bloques de una hora y media- mostrando en tiempo real la tarea del equipo: excavar, limpiar, describir fósiles y explicar cada paso. “No podíamos hacerlo de forma continua como el streaming del fondo del mar, porque dependíamos de baterías, combustible y conexión satelital. Pero lo que logramos fue mostrar cómo se hace ciencia de verdad, sin guiones, con viento, tierra y mucho trabajo físico”.

Equipo de paleontólogos expedición dinosaurios
El equipo de científicos del LACEV (Conicet) que realizó la expedición paleontológica a General Roca y hallaron un huevo de dinosaurio fosilizado.

El equipo de científicos del LACEV (Conicet) que realizó la expedición paleontológica a General Roca y hallaron un huevo de dinosaurio fosilizado.

El formato fue un éxito. Docentes de escuelas primarias de todo el país proyectaron las transmisiones en las aulas, y cientos de niños y adolescentes escribieron mensajes durante la emisión. “Nos mandaban dibujos, preguntas y saludos. Fue muy emocionante. La paleontología se convirtió por unos días en algo cercano, cotidiano, y eso no tiene precio”, recuerda Mauricio Cerroni.

El grupo del LACEV tiene un proyecto permanente de divulgación llamado "La Paleocueva", un canal de YouTube y cuenta de Instagram donde cada semana realizan un streaming en vivo.

Desde allí abordan temas de paleontología, historia natural, cine y cultura popular. “Queremos romper con la idea de la ciencia dura encerrada en un laboratorio. No tiene nada de malo ese tipo de ciencia, pero nosotros apostamos a otra mirada: una ciencia abierta, accesible, que genere curiosidad y conversación”, explica.

Esa búsqueda de cercanía también atraviesa su manera de enseñar y de comunicar. “El humor, la charla y la transparencia ayudan mucho. Cuando la gente ve que un científico también puede ensuciarse las manos y reírse mientras excava, se genera una conexión distinta”, dice.

Científicos con espíritu de comunidad

En cada expedición, los científicos del LACEV viven en campamentos a la intemperie, lejos de la comodidad del laboratorio. Comparten desde las tareas de excavación hasta la cocina.

“Trabajamos de manera horizontal. Todos hacemos de todo, y eso también nos une. Llevamos las cámaras, las baterías, los equipos a pie, un kilómetro por día. Es ciencia, pero también es aventura”, describe Cerroni.

Hoy, mientras el huevo hallado en Río Negro se estudia en laboratorio, Mauricio sigue pensando en su misión más amplia: demostrar que la ciencia puede ser apasionante y cercana. “Si un nene o una nena ve un streaming y dice ‘yo quiero ser paleontólogo’, todo el esfuerzo valió la pena”, resume el científico mendocino.