El F-22 Raptor, emblema de la supremacía aérea de Estados Unidos desde su entrada en servicio en 2005, está en proceso de ser reemplazado por un nuevo avión militar caza de sexta generación: el F-47. Este cambio no es solo una actualización tecnológica, sino una respuesta a las crecientes amenazas en el horizonte global.
En 2025, el Pentágono otorgó a Boeing el contrato para desarrollar el F-47, un avión que promete redefinir los estándares de la aviación militar. El F-47 será parte del programa Next Generation Air Dominance (NGAD), que busca proporcionar a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos una ventaja decisiva en el control del espacio aéreo.
El nuevo avión militar de Estados Unidos que promete redefinir el control del espacio aéreo
El avión F-47 se destaca por su capacidad para operar en conjunto con aeronaves no tripuladas, formando una red de combate integrada que maximiza la eficacia en el campo de batalla. Además, se espera que cuente con sistemas avanzados de sigilo, motores de propulsión adaptativa y una mayor autonomía de vuelo, características que le permitirán penetrar las defensas enemigas con mayor eficacia que sus predecesores.
La producción del avión F-47 ya ha comenzado, con el objetivo de realizar su primer vuelo en 2028. Este desarrollo marca el inicio de una nueva era en la aviación militar, donde la integración de tecnologías avanzadas y la colaboración entre plataformas tripuladas y no tripuladas serán fundamentales para mantener la superioridad de la fuerza aérea de Estados Unidos.
¿Cómo es este avión?
Mientras tanto, el avión F-22 Raptor, aunque sigue siendo una máquina formidable, se enfrenta a desafíos en términos de mantenimiento y costos operativos. Con una flota limitada y una producción que se detuvo en 2009, el F-22 ha sido superado por avances tecnológicos que hacen que su reemplazo sea una necesidad estratégica.
El avión de combate F-47 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos volará aproximadamente un 70 por ciento más lejos sin reabastecerse de combustible que los F-22 actuales, lo que permitirá a los aviones cisterna mantenerse más lejos de la batalla, una ventaja clave en un potencial conflicto en el Pacífico.
El F-47 no solo representa un avance en términos de tecnología y capacidades, sino también un símbolo del compromiso de Estados Unidos con la innovación y la preparación para los desafíos del futuro. A medida que el F-22 se retira gradualmente, el F-47 se perfila como el nuevo líder en el dominio del espacio, listo para enfrentar las amenazas emergentes con una ventaja tecnológica sin precedentes.





