Aunque muchos puedan definir a la pornografía infantil como un mal de los llamados modernos, por el uso y abuso de la tecnología, lo cierto es que desde mucho antes del avance tecnológico ya existían este tipo de casos. Pero ahora, con el advenimiento de la modernidad y el avance de todos los medios tecnológicos se han incrementado los casos.
La palabra grooming se usa para describir casos de acoso a menores a través de Internet. Un adulto trata de engañar a un menor para poder conseguir fotos, videos con pornografía o incluso coordinar un encuentro. El grooming se puede dar a través de cualquier medio digital que permita la interacción entre dos o más personas, como redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, sitios de chats, páginas de juegos en línea, entre otros.
Santiago Garay, fiscal de Delitos Económicos en Mendoza y especialista en grooming contó que la Justicia recibe diez denuncias de este tipo por mes. Un tema que sin duda todos los padres deben estar atentos con su hijos menores. "El boom de internet a que este tipo de casos se expandan, por supuesto pedófilos hubo siempre lo que pasa que la tecnología les facilita la llegada a mayor cantidad de niños y confluyen un montón de factores: la capacidad de los dispositivos, la velocidad de las redes, internet que discurre con facilidad en los dispositivos que antes estaban limitados a las PC de escritorios. ¿Ahora quien no tiene un dispositivo móvil?", comenzó contextualizando Garay en una nota en el programa Desde la Redacción, que emite El 7.
En cuanto al promedio de denuncias que reciben explicó: "El promedio de casos son de diez al mes. El grooming es un delito que es progresivo y evolutivo. Comienza con un contacto y luego avanza hacia una toma de confianza, que puede durar meses donde se mantiene un contacto con el niño. Comienza con un diálogo simple de '¿cómo estás?' sin que pase nada sexual. Siempre se da así, es una etapa de autoconocimiento y después ya pasa a una tercera etapa que es la solicitud de imágenes".