Un equipo de investigadores ha logrado un importante avance en el desarrollo de baterías de iones de aluminio, creando una versión que mantiene prácticamente toda su capacidad después de miles de ciclos de carga y descarga. Este descubrimiento podría transformar el almacenamiento de energía renovable a gran escala.

El equipo de investigación, liderado por Wei Wang y Shuqiang Jiao, ha desarrollado una tecnología revolucionaria que resuelve varios problemas críticos que hasta ahora limitaban el uso de baterías de aluminio. La innovación principal radica en el uso de una sal de fluoruro de aluminio que transforma el electrolito líquido tradicional en uno de estado sólido, permitiendo un rendimiento sin precedentes en durabilidad y eficiencia.

Los resultados son extraordinarios: la nueva batería sostenible mantiene más del 99% de su capacidad después de 10.000 ciclos de carga y descarga, resiste temperaturas de hasta 200°C, y demuestra una notable resistencia a daños físicos. Además, utiliza materiales más económicos y abundantes que las baterías de litio convencionales, con la ventaja adicional de que sus componentes son reciclables.

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La batería fue analizada intensamente.

La batería fue analizada intensamente.

Un descubrimiento que cambia todo

Las limitaciones históricas de las baterías tradicionales de iones de aluminio se centraban principalmente en la corrosión causada por el electrolito de cloruro de aluminio líquido y su sensibilidad a la humedad. Los investigadores superaron estos obstáculos mediante una estructura porosa tridimensional de la sal de fluoruro de aluminio, que facilita el movimiento eficiente de los iones, y la adición de carbonato de fluoroetileno, que crea una capa protectora en los electrodos.

Esta innovación tecnológica podría resolver uno de los mayores desafíos en la transición hacia energías renovables: el almacenamiento eficiente y económico de energía a gran escala. Las baterías de iones de litio actuales, aunque eficientes, resultan prohibitivamente caras para el almacenamiento masivo de energía solar y eólica, una limitación que esta nueva tecnología promete superar.

El impacto potencial de este desarrollo es significativo, según señala Wang: "Este nuevo diseño de batería de aluminio muestra el potencial para un sistema de almacenamiento de energía duradero, rentable y de alta seguridad". La capacidad de recuperar y reciclar materiales clave hace que la tecnología sea aún más atractiva desde una perspectiva de sostenibilidad.

Cuánto falta para verla en la calle

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Parte de la ciencia detrás del descubrimiento.

Parte de la ciencia detrás del descubrimiento.

Sin embargo, el camino hacia la implementación comercial aún requiere trabajo adicional. Los investigadores reconocen que se necesitan mejoras en la densidad energética y el ciclo de vida antes de que la tecnología esté lista para su comercialización. La investigación completa, publicada en la revista ACS Central Science, detalla tanto los avances técnicos como las áreas que requieren desarrollo adicional.

Este avance científico representa un paso significativo hacia un futuro energético más sostenible, donde las energías renovables podrían integrarse más eficientemente en la red eléctrica gracias a sistemas de almacenamiento más seguros, duraderos y económicos.

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